Luego de una jornada congestionada y que amenazaba el partido por el desprendimiento de una parte del techo del Estadio Único de La Plata por los fuertes vientos, finalmente se disputó el encuentro, vibrante como todo duelo copero.
River comenzó con la iniciativa, tratando de hacer circular la pelota, pero de entrada Estudiantes comenzó a apretar en la salida, aunque el local impreciso con la terminación de jugadas, con un juego trabado en el mediocampo.
El partido no presentaba mayores emociones, pero a los 16 minutos una contra del Pincha encabezada por Diego Vera derivó en un ataque y una polémica, ya que Barovero y Román Martínez fueron a disputar la pelota y el arquero pisa al jugador. Penal no sancionado a favor del duelo de casa, no observado por el árbitro Diego Abal.
Minutos después, se tuvo que ir Martínez e ingresó Carlos Auzqui, mientras que el dueño de casa apretaba más en ofensiva, pero dejando espacios propicios para el contragolpe riverplatense, que sin embargo no aprovechaba: el equipo de Gallardo estaba lento e incómodo para jugar.
La primera ocasión para la visita fue a los 27´, a través una pared entre Pisculichi y Teo Gutiérrez: ingresó al área y cuando estaba por definir se resbaló, dado el estado de la cancha.
Con el correr de los minutos, por decantación, River le fue encontrando la vuelta, sobre todo por las bandas con Gabriel Mercado y Leonel Vangioni, pero sin productividad por el medio. De todos modos, el encuentro era friccionado, jugado al límite, muy físico y con pocas sorpresas. Más insinuaciones que llegadas, aunque se iban abriendo los espacios.
A los 34´, otro aviso de Núñez: desborde y centro de Ariel Rojas para Rodrigo Mora, que el dio de volea arriba del travesaño. En la réplica, Funes Mori casi la mete en contra, que puso a prueba los reflejos de Barovero para lanzarse y evitar la caída de su valla).
Cuando nada pasaba, al minuto 46, un error increíble de Ramiro Funes Mori (recibió un pase comprometido de Barovero), que quiso salir jugando, se la robó Vera y no perdonó: remate cruzado inatajable para inflar la red de Trapito y decretar la apertura del marcador.
En el complemento, el Millo fue a buscarlo, pero dejando lugar a las corridas de Carrillo y la aparición de Vera. A los 5´ ST entró Éder Álvarez Balanta por Leonel Vangioni, lesionado.
Y en una jugada por derecha, taco de Mercado, centro de Carlos Sánchez para Mora, que se sacó la espina y de cabeza estampó la igualdad en La Plata. En el día de su cumpleaños 27, la Pulga definió notable, su tercer tanto en esta Sudamericana.
El empate cambió el curso del partido, con ambos equipos con la intención de ganar. Teo tuvo una a los 13´, que definió débil a las manos de Hilario Navarro, y al minuto Ponzio le dió un gran pase a Pisculichi, que enganchó y su zurdazo se fue a centímetros del palo izquierdo. Avisaba River, volvía a meterse en el encuentro.
Por su lado, Estudiantes perdía la pelota, se cargaba de amonestaciones y perdió la tranquilidad con la que jugó los primeros 45 minutos. De todos modos, continuaba llevando peligro al área rival con atropellos de los delanteros sobre la defensa.
River, marca registrada de la era Gallardo, hizo honor a su premisa, de no rendirse ante la primera adversidad, y es así que Balanta encabezó el ataque que derivó en Teo Gutiérrez, enganche, bicicleta, toque para Sánchez, centro y desvío de Jonathan Shcunke que se le metió a Navarro: gol para dar vuelta el partido, lo ganaba River 2-1 a los 26´ de la segunda etapa.
El baldazo de agua fría hizo ir al local desesperadamente en búsqueda del segundo gol. River disponía de lugar para contragolpear y terminar de noquear a su rival, pero cometiendo varias infracciones cerca del área.
A los 38´del complemento, Sánchez simuló penal y Abal lo amonestó, y como ya tenía cartulina y roja, expulsado el volante por derecha que hoy fue convocado a la Selección de Uruguay.
A dos minutos del final, Guido Carrillo tuvo el 2-2 en su cabeza pero apareció Barovero para arrojarse y salvar el testazo. No hubo tiempo para nada más. Abal dio el pitazo final y River se llevó una victoria fundamental para definir la semana próxima en el Monumental.
Los números de Gallardo lo dicen todo: sexto triunfo consecutivo, quinta victoria al hilo en la Sudamericana, 29° partido consecutivo como invicto rompiendo la racha de 1994-95 (quedó a dos del récord del club, que son 31 sin perdern en 1941) y además cortó otra racha más, ya que por primera vez en su vida Estudiantes perdió contra un equipo argentino en copas internacionales.
La revancha es en ocho días y aún no hay nada dicho, pero el Pincharrata deberá mostrar todas sus armas para sacar de la semifinal al Millonario invicto y demoledor en todos los frentes.