Anoche, River vivió una velada historica. Tras cuatro temporadas, volvió a ganarle a Boca en el Monumental, lo eliminó de la Sudamericana y se clasificó nuevamente a una final internacional luego de once años. Sin embargo, no hubo tiempo para demasiados festejos. Es que el equipo de Gallardo quiere aprovechar el envión anímico para jugarse la que quizás sea su última ficha en el torneo local y por eso, ya se entrena pensando en Banfield.

La definición del campeonato y de la Copa no dan descanso. El plantel millonario debió dejar atrás el superclásico rápidamente y esta tarde practicó en el Monumental de cara al choque de la anteúltima fecha del Torneo de Transición. Como viene siendo costumbre tras un partido, aquellos que anoche tuvieron acción dentro del campo, hoy pasaron buena parte del tiempo haciendo ejercicos de hidroterapia en una de las piletas del club, aunque antes también debieron trotar livianito alrededor del campo.

En tanto, el resto realizó ejercicios con pelota. Las únicas excepciones fueron los arqueros, que trabajaron aparte, bajo las órdenes de Alberto Montes; y los defensores Jonathan Maidana y Éder Álvarez Balanta, que debido a sus respectivas lesiones, también se movieron de manera diferenciada.