La noche de la ciudad balnearia de Mar del Plata prometía mucho con la llegada del Superclásico, sin embargo tanto Boca como River dieron un partido pobre en lo futbolístico, en lo que fue un partido de esos que hacen que uno mire el reloj constantemente.

No se puede analizar mucho en un partido exageradamente áspero. Ambos equipos fueron muy fuerte a pelear pelotas divididas y eso se vio reflejado en que Boca tenía tres amonestados antes de los 20 minutos de juego.

El Xeneize llega al gol gracias a una gran habilitación de Pablo Pérez para Cristaldo, y el juvenil la manda a guardar al fondo del arco de BaroveroRiver no tendría mayor respuesta que algunas pelotas paradas y alguna llegada aislada.

Promediando el segundo tiempo, un centro gracias a un tiro libre ejecutado por Pisculichi terminaba en gol de Mora, anulado por un supuesto off side.

Más adelante, y con la salida de Gabriel Mercado y el debut en su lugar de Gonzalo Pity Martínez, el conjunto de Gallardo tuvo más dominio y el recién llegado enganche pudo demostrar su talento, entre otras cosas, obligando a sus rivales a cometerle faltas, cosa que le costó a Boca la expulsión de Cubas por doble amarilla.

River perdería las riendas en el final, y la expulsión de un Vangioni áspero en sus quites, sumada a la expulsión sin sentido sobre el final de Maidana, cierran para el Millonario un partido para el olvido, donde no apareció el fútbol del último semestre y donde deja mucho que corregir, sobre todo teniendo en cuenta que Boca jugó con un equipo alternativo.

Para la anécdota queda la expectativa que generaba la posibilidad de ver a PisculichiVadalá y Martínez, tres grandes enganches, dentro de la misma cancha. Así, River continúa sin ganar en lo que va del 2014, y el verano sigue...