Un 27 de abril, pero de 1952, nacía un arquero que se convirtió en uno de los mejor de las últimas épocas del arco Millonario. Ángel tuvo tres etapas en River, donde dio cuatro vueltas olímpicas.

Su primera aparición en La Banda fue en el año 1989, donde se adueñó del arco Riverplatense y ganó el campeonato de Primera División. Después de ese primer año, fue cedido a Tigres UANL de México. Su retorno se dio rápidamente y en 1991, ya se encontraba en el Millonario una vez más.

En su regreso, River ganó el torneo Apertura del mismo año y se consagró en el arco del Antonio Vespusio Liberti. Autoridad, medio salvaje por momentos, pero con una impronta que intimidó a todos los delanteros que enfrentó.

Era el año 1993, lamentablemente Comizzo decidió irse de River por tener diferencias con el director técnico de ese momento, Daniel Passarella, y partió hacia el América de Cali.

Varios clubes lo vieron pasar, pero finalmente en el año 2001, el amor pudo más y volvió una vez más a la entidad que ama. River lo recibió con los brazos abiertos y no se confundió.

En las temporadas 2002/03, el arquero del Millo ya consagrado en la valla del más grande logró ganar dos títulos (Torneo Clausura de cada año), y así finalizar su ciclo con River.

Terminó su carrera en Atlético Rafaela, pero todos los hinchas de La Banda lo recuerdan como él era caracterizado. Autentico, duro, áspero y con un carácter más que especial. ¡Feliz cumpleaños, Comizzo!

La más célebre frase del arquero: