Año 1996. Doblete de Hernán Crespo a América de Cali ante el Monumental rebalsando de gente, papelitos rojos y blancos, bengalas y júbilo. Última vez que el Millonario levantó la Copa Libertadores de América, segunda de su historia. Pasaron 19 años, y el equipo de Núñez está a solo cuatro partidos de acariciar la tercera.

En la última década, River tuvo más decepciones que alegrías coperas, al punto que recién el año pasado, luego de 17 años, La Banda volvió a alzar un trofeo internacional (la Copa Sudamericana), que lo ratificó con la Recopa Sudamericana y todo el estímulo para disputar la Libertadores, tras seis años de ausencia.

En fase de grupos, al Millo le tocó un grupo relativamente accesible, con rivales sin mucha historia copera, como San José de Oruro (Bolivia), Juan Aurich (Perú) y Tigres (México). Sin embargo, River solo sumó cuatro puntos en los primeros cinco partidos, complicándose severamente el pasaporte a la siguiente fase.

El día de la clasificación fue en la goleada 3-0 sobre San José y gracias al gran favor de Tigres, que con suplentes venció a Juan Aurich 5-4 en Chiclayo y eliminó al equipo peruano. Sin embargo, River llegó con chance a la última fecha el grupo gracias al empate que rescató de Monterrey, cuando perdía con el propio Tigres 2-0 y en los últimos cinco minutos, con goles de Teo Gutiérrez y Rodrigo Mora, empataron el juego.

Pasión Libertadores

La Banda llegó a octavos como peor segundo, con solo siete unidades. Solo Once Caldas, en 2011, había clasificado a 8vos con esos puntos. Encima, en la siguiente fase llegó Boca Juniors, que sumó puntaje ideal (18 puntos, con +17 de diferencia de gol y también firme en el campeonato) y en el Superclásico local ganó 2-0 en La Bombonera.

Con un panorama sumamente complejo, el Millonario fue más en el Monumental y con gol de Carlos Sánchez de penal, superó al Xeneize 1-0. En la revancha, en La Boca, el visitante planteó mejor el juego y se fue al descanso 0-0. No se jugó el segundo tiempo por el ataque de hinchas xeneizes con gas pimienta a futbolistas de River, que no pudieron seguir y la Conmebol, días después, comunicó la eliminación directa de Boca.

Tras la conmoción, el camino copero debía seguir y enfrente llegó Cruzeiro, que toda la vida le ganó a River y domina ampliamente el historial. Ratificó esa paternidad ganando 1-0 en el Monumental con gol de Marquinhos, llevándose un resultado realmente importante para el Mineirao.

Con toda la historia en contra, Marcelo Gallardo se la jugó a poner en cancha un equipo sin enganche, con un 4-4-2, soltando a Leonardo Ponzio y durante los 90´ sometió a La Bestia Negra, con la presión y puntos individuales altísimos (sobre todo Ariel Rojas, Teo Gutiérrez y Carlos Sánchez), River se fue al descanso ganando 2-0 y en el complemento lo liquidó, para no sufrir y manejar el ritmo del partido, como en los mejores momentos de 2014.

Luego de esta clasificación a semifinales, el Muñeco tiene la gran oportunidad de sumar su tercera copa internacional en fila, lo que sería inédito en la historia del club. Una historia que comenzó el año pasado. Después de caminar por la cuerda floja, el Millonario está entre los cuatro mejores del continente. La obsesión, cerca de materializarse. Una vez más.