El volante de 34 años sorprendió a todos cuando llegó en junio para disputar la segunda parte de la Copa Libertadores y firmar un contrato que lo unió nuevamente con la Banda por dos temporadas. Pero es cierto que venía de una liga poco competitiva como es la de Qatar, donde se desempeñaba en Al Rayyan, y que venía de tener poco rodaje por una seguidilla de lesiones.

Por eso, era una incógnita el nivel del ex Huracán, que igualmente, con toda su experiencia encima de haber jugado 645 partidos, marcado 127 goles y hecho 129 asistencias, despertaba en los hinchas una gran ilusión por volver a ver toda la clase de su fútbol otra vez y más después de haber brillado tantos años en el Porto y en el Olympique de Marsella, donde ganó 16 títulos entre 2005 y 2014.

Desde su vuelta ha jugado en el Millonario 378 minutos en ocho partidos. Cuatro por la copa en los que disputó 134 minutos y fue titular en dos, mientras que en el Torneo de Primera División disputó otros cuatro partidos pero tuvo 244 minutos, al igual que en la Libertadores dos los jugó de titular y dos no.

Asimismo, el debut de Lucho en su regreso no se hizo esperar mucho, es que fue contra Tigre cuando River volvió a reanudar el torneo local en la 13° fecha, después del parate por la Copa América, en el mes de julio. A los 21 minutos del primer tiempo, Leonardo Pisculichi se retiró lesionado y le abrió las puertas a la flamante incorporación, quien no tuvo una tarea destacada y no pudo convertir las tres ocasiones de gol que se le presentaron, aunque se veía algo diferente en él con respecto de los otros 21 futbolistas, era distinto, tenía otra clase.

Por otro lado, Marcelo Gallardo priorizaba la copa y consideraba a Gónzalez en ese plantel de prioridad, por eso fue titular en el encuentro ante Guaraní en el Monumental. Pero todavía le faltaba ritmo, quizá la inclusión fue muy apresurada, pero Rojas había dejado una vacante. Se lo veía lento e impreciso, pero lo que hacía bien era perfecto, siempre se mostró distinto. De todas maneras, en el entretiempo fue reemplazado por Gonzalo Martínez.

A su vez, el Muñeco es el que sabe y volvió a darle al Comandante la chance de salir de entrada en la vuelta en Paraguay, tras la suspensión de Leonardo Ponzio. Aunque con mejoras en los futbolístico, parecía no estar en su mejor estado físico nuevamente, impreciso y lento. Las cosas se pusieron feas cuando el conjunto paraguayo se puso en ventaja y entonces el técnico lo reemplazó por Camilo Mayada a los 17 minutos del segundo tiempo.

Por su parte, en los partidos de la final, con el León y Kranevitter como titulares indiscutidos y la puesta a punto de Tabaré Viudez y Nicolás Bertolo, relegaron al ex Porto, por lo que tuvo una escaza participación de tan sólo 27 minutos sumados los dos encuentros. Aunque jugó unos minutos con Temperley y sumó un título que jamás había alcanzado en su carrera, que fue la Copa Libertadores de América, en el club que le dio la oportunidad de ir a Europa.

Además, luego de que el campeonato internacional finalizara Gallardo le dio descanso a los dos volantes centrales (el Tucumano también fue convocado para la selección), por lo que Lucho volvió a tener mayor consideración, y esta vez se vio un rotundo cambio. Fue contra Estudiantes de La Plata en el desafío que tuvo la chance de mostrar toda su jerarquía en el once inicial, y definitivamente lo hizo. Un golazo que es para mirar cientos de veces, en el que participó de principio a fin comenzando por un pase de primera en mitad de cancha hacia Tabaré Viudez, quien lateralizó la jugada hasta que la pelota terminó en Kranevitter, quien le daría un magnífico pase largo directo a ese pié derecho con el que la bajó y con el izquierdo le pegó de volea y la clavó al ángulo. Después de esa genialidad hasta los quites eran hermosos, sin dudas fue la figura del partido, aunque claro, está grande y tuvo que salir a los 20 del segundo tiempo.

Para finalizar, fue contra su ex club, Huracán, donde también se volvió a lucir, esta vez no marcó, pero fue junto con Pity Martínez uno de los mejores jugadores del partido. El pase que le dio a Carlos Sánchez en el gol fue de estilo europeo, de primera y en la línea justa, para que el uruguayo lo pueda asistir a Martínez y abrir así el marcador del encuentro, que finalizaría 1-1. Si bien los aportes del Comandante no han sido para victorias, es seguro que tiene que seguir por este camino, en el que a la larga no sólo dará resultados, sino que la visión de juego, ese toque de primera, las revoluciones que tiene en su cabeza, servirán para darle al fútbol un toque de calidad que no se ve todos los días, algo que sin dudas es fructífero para cualquier futbolista que se dé el lujo de observarlo. "El fútbol argentino cambió, hoy se piensa menos y se corre mucho más", analizó Luis González en declaraciones a Cancha Llena, pero no es que el fútbol argentino cambió, él es un distinto, de los pocos que piensan más de lo que corren, por más fútbol de sus piernas, que aún le faltan para llegar a su mejor nivel y que aún así deslumbran a sus contrincantes.