Un análisis sobre un partido que se desarrolla en la altura de Quito es difícil de ejemplificar, o a lo sumo, destacar niveles sobresalientes tanto a nivel individual como grupal. Lo único que se puede decir es que éste River tiene carácter, en la mala aparece y cuando parecía que Liga lo pasaba por arriba respondió gracias a la firmeza de Maidana en el fondo y Sánchez con un ida y vuelta implacable durante los 90 minutos.

Siempre se destaca el sacrificio que realiza el charrúa por la banda derecha, pero hoy se revaloriza gracias a la bendita altura, esa que dificulta a todos y hace llevar al extremo a los futbolistas en todo el encuentro que se disputa. Por ésta razón principal, se puede mencionar a Pato como un jugador destacado del encuentro. Ida y vuelta, acompañamiento con Mercado por el costado derecho y luego con Matías Kranevitter en la zona central de la cancha fueron las claves por las cuales se menciona al uruguayo experimentado.

Si hablamos de experiencia, también se debe mencionar a Jonatan Maidana. La figura de la cancha cortó, recuperó, relevó y realizó todo a la perfección durante los 90 minutos de juego.

Las claves, los calvos del Millonario que le dieron esa sabiduría en los minutos finales y donde el local asfixiaba con mucho ímpetu y que generó las situaciones de mayor riesgo en toda la serie.

River un equipo. Un verdadero equipo, de esos que se sacrifican por el par y que dan un respiro más por el otro. Así se lo vio ésta noche ante Liga de Quito por el cruce, difícil si los hay, ante los ecuatorianos y en la altura. Juego por las bandas con Bertolo y Sánchez, conjugados por el incansable Mora y el pivoteador Alario.

Gracias a los piques cortos, a un traslado de balón mayor que al correr para cualquier sector de la cancha tras él, se consiguió aguantar los 90 minutos del encuentro en la altura de Quito.

De esta manera, el elenco de Napoleón se clasificó a los cuartos de final de la Copa Sudamericana y así espera rival del cruce entre Chapecoense de Brasil y Libertad de Paraguay.