Fue victoria la de anoche, en el último Superclásico del año, en Córdoba. Y Julio Chiarini, que volvió a jugar en su tierra, fue protagonista del encuentro, teniendo una de cal y una de arena: primero, una mala salida y puñetazo a Lisandro Magallán (la pelota dio en el travesaño) y un mano a mano atajado a Andrés Chávez, a los 30´del segundo tiempo, clave para mantener la ventaja cuando Boca se arrimaba al empate.

El guardameta, que solo perdió un partido defendiendo el arco de River (en la derrota ante Universitario de Lima, el pasado 12 de enero, en un torneo amistoso jugado en Uruguay), expresó ante la prensa la alegría por este triunfo, pero con ruido por no haber aumentado el marcador, contando con espacios para hacerlo: "Me voy contento. Fue un partido intenso, ellos quedaron con uno menos y no pudimos definirlo. Supimos controlarlo hasta lo último. Tuvimos situaciones, pero no pudimos hacer el segundo".

Asimismo, se refirió a la polémica del clásico, en una jugada a los 25 minutos en un tiro libre, donde salió mal con los puños e impactó sobre Magallán, mencionado anteriormente, y reclamo de penal no advertido por Federico Beligoy. Esto dijo el cordobés al respecto: "Salgo con los puños y se me pierde la pelota por la luz. Realmente no recuerdo si le pego a la pelota y al jugador".

Su primer Superclásico fue triunfo. El ex Instituto, resistido por buena parte de la gente riverplatense, que reclama más minutos al juvenil Augusto Batalla, respondió cuando lo exigieron y en líneas generales, aprobó. Su futuro en el club es una incógnita; mientras tanto, Marcelo Gallardo le da bastante continuidad entre torneo local y amistosos, que sirven para darle rodaje a los suplentes, aunque el dueño del arco indiscutido es el capitán Marcelo Barovero.