El delantero del Millonario no paró de darle alegrías a los hinchas desde su llegada a Núñez. Con aquel recordado gol ante Guaraní por la semifinal de la Copa Libertadores y, sobre todo, el primer gol de la final ante Tigres que le permitió a River consagrarse campeón del certamen más importante de América, el joven de 23 años se convirtió rápidamente en una de las figuras más importantes y fundamentales del equipo de Marcelo Gallardo y, además, es el único del plantel en esa posición y con esas características, tras la partida de Fernando Cavenaghi al Apoel de Chipre, al igual que otros delanteros que partieron (Teo Gutiérrez, Boyé y Gio Simeone).

Durante el encuentro de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana frente a Liga de Quito en Ecuador hace trece días, el flaco sufrió la luxación de su hombro derecho durante un forcejeo con un jugador rival. La lesión requiere de una intervención quirúrgica, pero esto le impediría jugar el Mundial de Clubes en diciembre. Por lo tanto, desde el cuerpo médico de River se tomó la decisión de hacerle un tratamiento kinesiológico para que pueda estar presente en Japón.

Ayer Alario se mostró trotando durante el entrenamiento, y realizó gimnasio y kinesiología. El jugador no siente dolor, y todo indicaría que su recuperación marcha muy bien, por lo que el Pipa podría estar presente en el primer partido de los cuartos de final de la Sudamericana a disputarse el próximo miércoles 21 de octubre, donde River recibirá a Chapecoense de Brasil.

Con sus seis goles (tres de ellos por copas internacionales), Alario se convirtió en la principal referencia de área para el Muñeco y conformó una buena dupla con Rodrigo Mora.

Por ahora las noticias son esperanzadoras, y se cree que la vuelta del delantero será dentro de ocho días en el Monumental. Los riverplatenses y Gallardo lo esperan con ansias.