Víctor Salazar, lateral por derecha llamado a reemplazar a Gabriel Mercado, una de las figuras del Rosario Central de Eduardo Coudet, estaba al caer. Pero como es moneda corriente que en River, las negociaciones caen en un trance y se estancan. Pasaron varios días de incertidubre. Desde Rosario emitieron un comunicado dictaminando que todos sus jugadores son intransferibles. Sin embargo, la dirigencia de Núñez quería ejecutar la cláusula de rescisión del jugador, e incluso más de la misma: U$S 3.000.000.

Todo parecía encaminado, porque el futbolista tucumano se ausentó de la práctica con el Canalla y viajó a Buenos Aires. No obstante, desde la Comisión Directiva de Central, furiosos con esta situación (a pesar de existir una cláusula que cualquier otro club puede ejecutar), amenazaron a River de "cortar relaciones" en caso que la compra se efectúe, y hasta se habló de "falta de códigos y ética". Todo, en medio de las especulaciones dirigenciales por la Superliga y los votos a favor o en contra (Rodolfo D´Onofrio propone el sí).

Para aclarar todo de una vez, Luciano Ceffarati, vice de Central, en diálogo con Radio 2 de Rosario, confirmó que desde River se retractaron y que el jugador no se va: "Víctor se queda. La gente de bien tiene la oportunidad de volver sobre su pasos y hacer algo distinto. El representante nos informó que mañana el Tucu va a estar en el entrenamiento. Es valorable que haya tomado esa decisión. Esto es un triunfo de la dignidad de Central. Nos hizo saber su decisión de seguir, que no tuvo mala intención, que fue apresuramiento, quizás por estar mal asesorado".

Ahora bien, ¿cómo continúa esto? Salazar deberá recomponer su relación con la gente del Canalla, y el Millonario se quedó sin el lateral que buscaba hace varias semanas. Panorama sumamente complejo, con la pretemporada en marcha y sólo Luciano Lollo (lesionado, encima) como único refuerzo hasta el momento.