Un arquero como Marcelo Barovero no se consigue todos los días. Trapito, con su perfil bajo, llegaba desde Vélez y con dos títulos en su palmarés, pero nadie se imaginaba que terminaría siendo una leyenda del arco de River, capitán y con seis títulos en sus valijas. Se fue a México, y dejó un vacío enorme. Sin embargo, como él mismo expresó, deja al arco en buenas manos. Las de Augusto Batalla.

Batalla, arquero de 20 años, campeón con la Selección Argentina Sub 20 y en su momento pretendido por Real Madrid, en el torneo pasado se dio el gran gusto de debutar en Primera División (titular en la derrota ante Patronato por 2-1, presente en el 0-0 contra Vélez, minutos finales en el triunfo 1-0 a Gimansia y otra caída, ante Arsenal, 2-1, en el cierre de certamen). Ratificado por Marcelo Gallardo en el arco del Millonario para el próximo semestre, relegando a Julio Chiarini.

Sin embargo, durante el mercado de pases, surgieron nombres de guardametas para competir con Augusto, de la talla de Franco Armani (figura del Atlético Nacional semifinalista de la Copa Libertadores), Pedro Gallese (arquero de la Selección de Perú), Marcos Díaz (figura de Huracán), Rodrigo Rey (revelación en Godoy Cruz), entre otros. Nombres de gran peso, que con más experiencia, que tranquilamente podían competir y ganarle el puesto de antemano. Sin embargo, llegará a Núñez Enrique Bologna, arquero de 34 años proveniente de Gimnasia de La Plata (donde no logró retener el puesto y quedó libre).

De esta manera, Maximiliano Velazco, el otro arquero que viajó a la pretemporada en Orlando, seguirá luchando como tercer guardameta (aún no debutó en Primera). Pero el 1, de ahora en más será Augusto, que se benefició en éste mercado al no traerle un competidor de primer nivel. Se viene la Recopa ante Independiente Santa Fe, y las dudas de que si irá o no a los Juegos Olímpicos de Río 2016 (desde la dirigencia de River ya bajaron el pulgar a eso). Sin embargo, el arco será suyo, sin discusiones. Sólo deberá responder y estar a la altura.