Un paso más en la Copa Argentina y River está cada vez más cerca de cumplir el objetivo del año. Ahora buscará ante San Lorenzo o Gimnasia de La Plata, el pase a la final que se ha vuelto una obsesión por la plaza que da a la Copa Libertadores. La victoria 3-0 a Unión suena abultada por la falencia de juego que hubo en este partido y en los últimos que viene jugando La Banda.

Asimismo, Sebastián Driussi sigue salvando las papas y alargando su racha goleadora. Esta vez fue de cabeza, nuevamente en el comienzo del partido como tiene acostumbrado últimamente al público Millonario. No sólo su apertura de partido, que en el transcurso de los minutos fue tomando valor por las pocas jugadas de juego que se generaron, lo convierten figura sino por el desborde a toda velocidad que concluyó en el gol de Lucas Alario y por la inteligencia con la que tocó la pelota.

A su vez, el ingreso de Joaquín Arzura, que contó con la fortuna –y desgracia a la vez- de las lesiones de Iván Rossi, por quien entró Nicolás Domingo, y Jonatan Maidana, que llevó a la improvisación de Marcelo Gallardo, le refrescó a la cabeza a River. Distribuyó muy bien la pelota y pudo tomar los hilos del equipo, aparte del excelente cabezazo que derivó en su gol, el segundo. Fue su primer partido en todo el semestre.

Por último, Gonzalo Martínez tuvo una buena noche. Dos centros excelentes en los goles de cabeza y sacrificio para hacer el retroceso, fueron sus mejores aportes. También su desiquilibrio esta noche sin tantas individualidades, el Pity logró dejar una buena imagen tras su tonta expulsión y la mala vuelta contra Atlético Rafaela.