Fernando Barrientos fue uno de los tres jugadores que ingresaron desde el banco el domingo ante Newell's, y lo hizo de gran manera acomodándose al nivel que venía mostrando el equipo durante el cotejo. Según él, su buen rendimiento se debió, entre otras cosas, a la gente. "Quería jugarlo, me motivó la gente también cuando entré al campo", agregando que "fue muy lindo el recibimiento, después cuando me tocó entrar la verdad que tenía muchas ganas y creo que el equipo lo venía haciendo bien por eso por ahí se notó que entré bien". 

En cuanto al clásico en sí, mencionó que el equipo "hizo un buen partido" ante "un rival muy difícil", pero rápidamente se encargó de dejar en claro que ya se festejó y ahora "debemos pensar en Belgrano, que será un rival muy difícil también", conjunto al que Barrientos ya ha enfrentando "se como son, y va a ser un partido muy duro", expresó.

En la previa del clásico rosarino, hay que recordar que Fernando sufrió la rotura de su auto y su familia sufrió agresiones verbales en su domicilio mientras el jugador estaba en Buenos Aires debido a que Central jugaba con Boca, pero el ex volante de Lanús quiso ponerle punto final al tema, "ya lo dejé de lado, ellos fueron para Buenos Aires, yo estaba tranquilo en la concentración, después en el partido también, ya pasó, lo bueno es que ganamos, estoy contento, lo del vehículo ya pasó".

Por último, afirmó que como todo jugador, "yo siempre quiero estar dentro de los 11, entreno para eso, cuando me tocar entrar de entrada o después desde el banco, trato de hacer lo mejor", concluyó.