En un domingo de clásicos para el olvido, el rosarino no fue la excepción. Newell's y Rosario Central fueron los encargados de abrir el telón de un día cargado de partidos que, en los papeles, prometían un sinfín de análisis, emociones, curiosidades, perlitas, alegrías y tristezas, pero que sin embargo ni en Rosario, ni en La Bombonera ni en Avellaneda hubo goles y terminaron defraudando al público futbolero que aguardaba la fecha de los clásicos con ansiedad.

La Lepra y el Canalla no encontraron los caminos para vulnerar la valla contraria y empataron 0 a 0, dejando a los del Parque con la sensación de que merecieron más pero que ya acumulan 10 clásicos sin ganar, mientras que los de Arroyito prácticamente quedaron afuera de la pelea por el título.

La previa del clásico rosarino no fue la mejor, con incidentes en instalaciones del rival y una fuerte amenaza de la barra al plantel rojinegro, la presión era el doble de la habitual. Enfrente, Eduardo Coudet no pudo contar con jugadores fundamentales como José Luis Fernández y Marcelo Larrondo (aún no recuperados del todo), Javier Pinola (cumplía la segunda fecha de sanción) y Pablo Álvarez (de licencia por un grave problema familair) y el equipo lo sintió. 

El primer tiempo comenzó con un Newell's mejor parado, presionando más y haciéndose dueño de la pelota con un Formica que se mostraba movedizo y participativo, apoyándose en la subida de sus laterales que se proyectaban constantemente y a pesar de no ser punzantes en los últimos metros lograban desbordar a sus marcadores. En Central los que debían controlar la pelota y hacer jugar al equipo no lo lograban y quedaba muy descompensado, muchas veces mano a mano o en inferoridad numérica en el retroceso, ni Colman, ni Lo Celso ni Cervi (que fue el que más intentó) podían desequilibrar, y Musto no hacía pie en el mediocampo para aportar salida clara y equilibrio. 

Igualmente a pesar de la pequeña superioridad rojinegra las situaciones de gol brillaron por su ausencia. Un remate de Boyé al comienzo y uno de Lo Celso minutos después fue lo más peligroso de esta etapa hasta el minuto 40, cuando el futuro delantero del Torino le ganó el duelo a Alejandro Donatti, se metió al área para definir y Sebastián Sosa le ahogó el grito en dos tiempos. El pitazo final llegó y los jugadores se fueron al descanso.

Para el complemento ninguno de los técnicos movió piezas y la fricción reinó por sobre el buen juego. Ambos metían pierna dura y el partido se le comenzó a ir de las manos al árbitro Rapallini, que a los 3 minutos amonestó a Damián Musto (había llegado a la quinta amarilla y sobre el final fue expulsado), quedando condicionado para el resto del encuentro. A los 13' Germán Herrera reemplazó a Aguirre para acompañar a un Marco Ruben que no recibió una pelota redonda en toda la tarde y que debió batallar en soledad en gran parte del cotejo. 

Los minutos pasaban, el Canalla no lograba desnivelar ni acercarse a la valla de Porcernjic, mientras que Newell's insinuaba con algunos destellos de Boyé y Maxi Rodríguez. A los 31 minutos Central tuvo la más clara cuando Montoya mandó un centro al corazón del área y Mauro Cetto la agarró mal y la envió por arriba del arco. Un minuto más tarde la Lepra tuvo otra muy clara, cuando Maxi encaró por izquierda, enganchó y sacó un potente remate dentro del área que hizo lucir a Sosa para que con un manotazo enviara la pelota al córner y se transforme en la figura.

Sobre el final, lo volvió a tener el conjunto dirigido por Diego Osella, cuando el ingresado Scocco quedó mano a mano con Sosa, a quien eludió pero antes de rematar con el arco desguarnecido llegó Víctor Salazar para cerrar y evitar lo que hubiese sido el gol del triunfo. Solo quedó tiempo para la mencionada expulsión de Musto por doble amarilla. 

De esta manera el clásico rosarino terminó aburriendo a todos, dejando a Newell's con la sensación de que mereció mejor suerte pero que sigue sin ganarle a Rosario Central desde el 2008, quien parece haberse quedado fuera de la pelea por el título ya que quedó a 5 puntos de los punteros cuando quedan 12 en juego y ahora deberá apuntar todos los cañones a la Copa Libertadores.

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