Empezó el 2016 y todo el entorno Canaya sabia que al llegar a ésta etapa del año (junio más precisamente) quien no iba a continuar vistiendo la camiseta de Rosario Central iba a ser el volante de la cantera rosarina Franco Cervi.

Es que Chuky, como lo apodan en el club, fue vendido por una cifra millonaria (la 2º mejor venta de la historia de Central por detrás de la de Ángel Di Maria) de unos cercanos cinco millones de dólares al Benfica. En la firma de ese contrato había una cláusula que decía que Cervi permanecería en Central hasta junio del 2016.

Su salto a primera fue muy vistoso, logró marcar en el debut de Coudet (en la victoria 1-0 frente a Racing en el Cilindro) en el 2016 con solo tres partidos en Primera División lo que hizo que todos los ojos se pusieran sobre él.

Continuo con un gran semestre y año, esos 12 meses fueron sin duda de lo mejor de su carrera. Sumó un total de 31 partidos (cuatro de ellos fueron por Copa Argentina, donde Central llegó a la Final), los 27 restantes fueron por el Torneo Largo de ese año donde el Canaya peleó la punta hasta el final con Boca.

Cervi convirtió cinco tantos, el ya mencionado frente a Racing en la 1º Fecha para luego marcarle a Defensa y Justicia, a San Martin de San Juan, a Nueva Chicago y por ultimo a Aldosivi por la 16º fecha.

Su año fue de mejor a peor, en realidad nunca fue tan malo como para ponerle el mote de “peor” pero sus primeros pasos fueron tan buenos que cuando tuvo un bajón futbolístico habitual fue de mucha resonancia. Se noto aún mas ya que esa perdida de rendimiento fue paralela a la novela de su venta al fútbol europeo, hoy mismo el jugador reconoce que fue un momento complicado de vivir no solo para él y su cabeza sino también para su familia.

Llegaba el 2016, la venta ya estaba consumada y los ojos de Eduardo Coudet nuevamente estaban puestos en el juvenil que comenzó jugando como suplente hasta que llega la lesión de José Luis Fernéndez y Cervi retoma su titularidad, no solo por el campeonato local sino también a la hora de jugar la Copa Libertadores, desde ese entonces no salió nunca de la cancha, excepto los partidos donde el DT decidía cuidar físicamente a quienes consideraba titulares.

Los minutos en cancha hicieron que vuelva el hermoso fútbol que Cervi nos tenía acostumbrado, jugador sumamente veloz y punzante, pícaro y con la habilidad de llevar la pelota siempre pegada al pie, a todo eso le fue sumando buena pegada, buen remate y crecimiento a la hora de visualizar a sus compañeros en una mejor ubicación. Creció futbolísticamente en todos los puntos y sin duda alguna fue uno de los mejores, sino fue el punto más alto, de Central en el semestre.

En estos seis meses, los últimos de él como jugador Canaya, Franco disputó un total de 22 partidos entre ambas competiciones, apareciendo en el marcador por dos ocasiones; ambas por Libertadores; frente a River de Uruguay y Palmeiras. En total estuvo en cancha 1848 minutos. Para destacar también podemos decir que fue el jugador del plantel que mas asistencias dio en la Copa internacional con un total de 3, a Donatti en 2 ocasiones y a German Herrera en la restante. Y le cometieron 3 penales.

Los números de Cervi parecen ser demasiado cortos para alguien que ya se despide de su gente como si hubiera jugado años y años en Primera pero solo se lleva en el lomo un total de 56 partidos y 7 goles por eso es tan ansiada su vuelta (aunque todavía ni siquiera se haya presentado en Benfica).

Desde los 6 años que juega en Rosario Central y por eso su salida se hace sentir, porque siempre demostró amor por estos colores y el hincha reconoció ese amor y se lo devolvió con ovaciones y aplausos.