Rosario Central tuvo un semestre plagado de partidos, entre torneo argentino y Copa Libertadores, donde se tardó en darle prioridad a una competencia, en cuanto a la calidad del once inicial que presentaba el entrenador.

Por eso el Canalla tuvo un arranque furioso de jugar todos los miércoles y domingos. Coudet confesó, que para él, siempre jugaban los que estaban al ciento por ciento y todo eso llevó a que haya rotación en el equipo y una considerable cantidad de lesionados.

Al principio del año, cuando transitaba el mercado de pases, Mauricio Caranta dejaba el club y el Chacho le habría prometido a Manuel García la títularidad en el arco de Rosario Central.

Pero el plantel sólo disponía de un arquero titular para la doble competencia y Central fichó a Sebastián Sosa, entonces se llegó al acuerdo de que el Melli atajaría en el torneo y el uruguayo en la Libertadores.

El comienzo de temporada del Melli fue bueno como todo el equipo, aunque a Central las primeras fechas era un equipo al cual le llegaban muy poco gracias a la solidez de la defensa y el mediocampo, entonces el arquero no sufría demasiado y no tendría grandes intervenciones. El primer partido contra Godoy Cruz y luego el clásico rosarino son 2 grandes ejemplos.

La sexta fecha ante Banfield en el Gigante fue un punto de inflexión, porque el Taladro encontró la manera de jugarle a Central a espaldas de Musto y el equipo empezó a sufrir en llegadas. En ese momento empezó a flaquear el Melli, (ya el primer gol fue responsabilidad suya por no salir a cortar un centro y quedarse atornillado en el área chica), el partido terminó 2 a 2 y el arquero había dejado varias dudas.

Los próximos partidos para García fueron malos, perdió la seguridad en el arco y le transmitió su nerviosismo a los compañeros, además era un arquero que hablaba poco y no acomodaba a sus compañeros. El Melli no salía nunca a cortar los centros consecuencia de la poca confianza que tenía y además nunca salvaba al equipo.

Así, Manuel García atajó hasta la décima fecha contra Vélez, en un partido que al arquero le llegaron 3 veces  y le convirtieron la misma cantidad. Rosario Central perdió ese partido 3 a 2 de local y el arquero fue abucheado por su gente, entonces el entrenador decidió sacarlo del equipo y darle confianza a Sebastián Sosa.

Sebastián Sosa siempre atajó en la Libertadores hasta la undécima fecha contra San Lorenzo que se adueñó del arco.

Desde el primer partido el  uruguayo demostró que tiene jerarquía, habla con sus compañeros y transmite seguridad; es un arquero copero porque jugó Libertadores con Boca y Peñarol entre otros, por lo cual conoce las mañas del certamen, (cuando enfriar el partido, hacer tiempo, etc).

Sosa fue figura contra Nacional de local y River de Uruguay de visitante, por eso Coudet lo tuvo en cuenta para el torneo local más tarde y terminó atajando el semestre.

Se acopló rápido al grupo y rápidamente ordenó la defensa, levantando el nivel de los defensores y sacando afuera esa fea sensación de inseguridad que el equipo transmitía. Fue muy importante porque contribuyó a que Rosario Central vuelva a la solidez  del principio que quedó demostrada en la Libertadores,  el torneo al cual terminó apostando el entrenador a pesar de quedar afuera.

La defensa sólida que arrancó el año fue Villagra/Álvarez, Donatti, Pinola y Salazar, la misma que terminó jugando el año pasado, por lo cual ya se conocían y era una defensa que ya estaba aceitada.

Villagra siempre jugó poco porque tuvo varias lesiones que lo alejaron del 11 inicial , por lo cual Salazar le ganó el puesto y por la otra banda Pablo Álvarez fue lo más regular hasta el parate luego del partido contra Sarmiento.

La defensa tuvo buenos partidos en general, salvo excepciones,  por la séptima fecha Central perdía el invicto ante Patronato por un mal partido de todo el equipo pero por un regalo de Donatti que le costó caro al equipo, (luego el Flaco saldría a pedir disculpas a la gente). Por la décima fecha el Canalla se imponía 1 a 0 ante Vélez pero Pinola le dio un codazo a Cubero y fue expulsado, dejando a su equipo con 10 jugadores y recibiendo 2 fechas de suspensión perdiéndose así, el clásico rosarino.

A partir de la ausencia de Pinola en la defensa, Coudet probó con Álvarez de zaguero y perdería los partidos ante Vélez (con uno menos) y San Lorenzo.

Contra el Ciclón volvía Villagra (por que Pablo Álvarez pidió licencia por problemas personales) y justo para cubrir al hábil de Ezequiel Cerutti, por el cual vino el centro del primer gol y el Kity faltó de ritmo redondearía un pésimo partido.

En el clásico, Coudet casi que tuvo que improvisar a la defensa y por las ausencias de Pinola y Pablo Álvarez, entonces se produjo el debut de Mauro Cetto acompañando a Donatti y Villagra con Salazar en las bandas. En el derby la defensa tuvo un partido mediocre pero al menos cortó la racha de 2 derrotas consecutivas y Mauro Cetto se destacó con un buen partido.

Todos estos altibajos fueron producto de la gran cantidad de partidos que el plantel tuvo que afrontar en poco tiempo que desencadenaron en muchas lesiones, la primera etapa de la defensa hasta el partido con Patronato fue con los habituales titulares y buenos rendimientos, después se empezaron a caer soldados y a bajar rendimientos.

Los primeros partidos de la fase de grupos por Libertadores, Eduardo Coudet probó con un mix, aunque siempre manteniendo la defensa titular, en la visita al Palmeiras logró debutar Esteban Burgos, el joven defensor apuesta del Chacho, que tuvo un mal partido y se fue reemplazado en el entretiempo.

Justamente el Palmeiras en la vuelta al Gigante, le hizo abrir los ojos a Coudet de que el equipo no era eficiente marcando en zona los centros y por la vía aérea ese partido recibió 3 goles.

Siempre la banda izquierda fue un problema para Central y en octavos de final, el entrenador encontró la solidez defensiva, cambiando la marca de hombre a hombre en los centros, corriendo a Pinola a la banda izquierda y con Burgos de primer zaguero junto a Donatti. El equipo ganaba en altura por el ex Godoy Cruz y velocidad por Pinola a la izquierda.

En cuartos el equipo quedaba afuera del certamen pero la defensa tuvo un buen partido de local, de visitante sólo se dedicó a esperar y con 3 expulsados mas lesionados se le hizo muy cuesta arriba.

A todo esto Coudet y los jugadores demostraron que siempre hay variantes por diferentes causas, y por suerte Central demostró ser un equipo con muchas variantes en defensiva con jugadores rápidos y fuertes, por eso a pesar de no lograr los objetivos, el Chacho tiene el desafío de mantener la defensa con jugadores vistos por varios clubes y decidir de que manera va a utilizar a cada jugador en función del equipo.