La previa fue a puro festejo. Los cuervos estaban preparados para vivir una fiesta y coparon el estadio. San Lorenzo volvía a jugar en el Nuevo Gasómetro después de haber logrado ganar la tan ansiada Copa Libertadores. Cada uno de los fanáticos presentes coreaban una y mil veces los nombres de cada integrante del plantel. Soltaron globos rojos y azules, mientras el equipo se sacaba la típica de antes de los partidos, pero esta vez con el trofeo internacional.  Del otro lado estaba Banfield, que no había ganado en todo el campeonato, pero el Taladro empezó como invitado de honor y, de a poco, se convirtió en el animador del cotejo.

El equipo del Patón, uno de los más aplaudidos por la afición local, arrancó como para llevarse puesto a Banfield: apenas unos minutos le bastaron a Tito Villalba para hacer estirar a Servio con un tiro desde afuera que reventó el travesaño.  A medida que iba transcurriendo el primer tiempo, el encuentro se iba emparejando. El Ciclón era quien manejaba la pelota y generaba peligro, pero sin poder concretar. El Taladro, en cambio, se resguardaba en su arco, pero salía rápido de contra y hacía lucir a Sebastián Torrico. El primer tiempo concluía sin goles, pero con un clima increíble: La Gloriosa Butteler le seguía poniendo música a la fiesta. Pero le iba a durar poco.

Apenas comenzado el segundo tiempo, Gaspar Servio sacó un pelotazo desde su arco y dejó solo a Santiago Salcedo, que se la picó al Cóndor Torrico. San Lorenzo seguía jugando mal y encima perdía. Todo el mundo se preguntaba: “¿Cuándo se van a poner a jugar? ¿Cuándo será el momento que San Lorenzo demuestre por qué salió campeón de América?”.  No osbtante, eso nunca pasó.

Sólo fueron algunos avances que, por malas definiciones o por virtud del arquero de Banfield, no terminaron en gol. Y encima, todo empeoró cuando al Pichi Mercier se le salió la cadena y, tras cometer una infracción, pateo violentamente la pelota a la tribuna. ¿Qué pasó? Segunda amarilla y tarjeta roja. El Ciclón quedaba con 10 y sin reacción.  Sobre el cierre del partido, Juan Cazares metió un golazo, para terminar de redondear una tarde perfecta para él y para todo Banfield.  

El Cuervo arrancó la tarde festejando la Copa Libertadores, pero terminó preocupando a más de uno: jugó dos partidos en el campeonato y perdió los dos. Mal arranque. ¿Se podrá recuperar? Este plantel tiene material, solo  tiene que cambiar el chip. Como lo dijo Ortigoza y el Patón Bauza: “Este equipo ya festejó”. A partir de ahora, tienen que jugar…