A mediados del año pasado, Ángel Correa pasó de San Lorenzo al Atlético Madrid a cambio de ocho millones de euros. El mediocampista ofensivo llegó a España con una gran ilusión. Sin embargo, durante la revisión médica, se le encontró un bulto en un ventrículo. Las pruebas determinaron que era un tumor primario benigno, sin riesgo inmediato, aunque si llegaba a desprenderse podría llegar a ser fatal. Es por eso, que el jugador se sometió a una cirugía de corazón, en la cual retiraron el bulto. No había certeza acerca de su regreso a las canchas. Pero, poco a poco, Ángel comenzó a entrenar y, hoy, el jugador responde a las dudas donde mejor sabe hacerlo, dentro del campo de juego.

El volante, según sus propias declaraciones, ha hecho "fuerza" para estar en el Sudamericano Sub 20. El Atleti no veía con buenos ojos que Correa vaya al torneo junto al Seleccionado Argentino, pero no pudieron negarse a la petición del jugador.

Ya en Uruguay, el ex San Lorenzo demuestra que su magia sigue intacta. El volante se convirtió en una pieza clave y, pese a la inactividad sufrida, sigue teniendo el nivel que le dio el salto al fútbol europeo. Sus buenas actuaciones han llamado la atención de algunos equipos españoles e hizo dudar a Diego Simeone sobre si debe permanecer o no en la plantilla del conjunto rojiblanco. Sin embargo, y pese a las ganas del técnico colchonero de contar con él para la próxima temporada, el Atlético Madrid decidió que Correa se marche cedido y sin opción al Rayo Vallecano. En el conjunto de Vallecas, el mediocampista tendrá la chance de mostrarse, ganar minutos y aclimatarse al ritmo de la Liga BBVA para volver a Madrid y convertirse en un jugador que pueda ser determinante.

Justamente, determinante está siendo en la Selección Argentina Sub 20. Ángel se convirtió en un jugador inamovible para Humberto Grondona. Su última joya fue el golazo que le marcó a Perú, en el primer partido del hexagonal final del Sudamericano. Correa tomó la pelota fuera del área y vio al arquero adelantado. El argentino contó con la frialdad suficiente para rematar de emboquillada por encima del portero peruano y sellar la victoria albiceleste. Al referirse a este gol, el juvenil manifestó que su intención no era esa sino que "me le saqué de encima" aunque se mostró feliz por haberlo hecho: "Por suerte entró".

El volante ofensivo, sin dudas, será un gran refuerzo para el Rayo. El día de mañana, podría convertirse en un jugador clave para la Selección Argentina y, por qué no, en el Atlético Madrid. El ex San Lorenzo tiene mucho que dar y todavía no ha tocado techo. En la vereda blanca de Madrid, a Di María se lo ha conocido como el Ángel del gol, hoy se puede decir que, pronto, la vereda rojiblanca tendrá su Ángel de juego. Un jugador capaz de quebrar cualquier esquema y llegar al gol.

La última joya del fútbol argentino y su golazo a Perú