San Lorenzo y Quilmes se enfrentaban en un duelo muy desigual. Por un lado, los de Edgardo Bauza se encontraban punteros junto a Boca Juniors, pero con mejor diferencia de gol. Por el otro, los de Julio César Falcioni se ubicaban en la 23° posición, con una mala campaña. 

A pesar de estas dos realidades tan distintas, los que comenzaron ganando fueron los Cerveceros. A los 27 minutos, Claudio Bieler marcó de penal, tomándose revancha del remate que estrelló al travesaño de 20 minutos antes.

Con la ventaja y un buen juego, el local esperaba llevarse una esperada victoria, pero el puntero tomó las riendas del partido, amenazó constantemente y, a través de un jugador clave que recuperó hace algunos partidos, empató el trámite. Luego de un tiro de esquina, los rebotes dejaron sólo a Héctor Villalba, que volvió a marcar un tanto importante.

Tras marcarse las tablas, la mala suerte volvió a recaer en el equipo del Emperador Falcioni. Cinco minutos después del empate, el arquero Walter Benítez se marcó un autogol inesperado y desafortunado: el remate rival dio en el palo y, al salir del arco, la pelota rebotó en el pie del guardameta, que había volado a su derecha, y cruzó la línea de gol.

El segundo tiempo fue más friccionado que el primero, donde hubo un controlador claro en los primeros 25 (Quilmes) y otro en los 20 restantes (San Lorenzo). El Cuervo se cuidó de no recibir más goles y, con Juan Mercier como una ayuda impagable en la zaga, llegó al final sin sufrir demasiados sobresaltos. 

Con el 1-2 final, el conjunto del Bajo Flores quedó como único puntero, con 31 puntos, tres más que Boca, escolta en solitario. Por su parte, la Cerveza se mantiene en el 23° puesto, con sólo 13 unidades.