Éste equipo de San Lorenzo tiene muchas variantes de juego, a veces apuesta por la juventud de Bandi, Villalba y en otras ocasiones gladiadores de varias batallas como Mercier y Barrientos.

Una dura parada debía afrontar el Cuervo. Un rival que viene de racha ganadora y que aumentó su nivel de juego gracias a la juventud y experiencia mezcladas a la vez por parte de los de Astrada. Bastía y Ferreyra los veteranos y el resto juveniles le dan a la Crema la densidad justa.

El elenco de Bauza, consternado y apoyando a la vez por la noticia trágica que retumbó por todo el Pedro Bidegain sobre el fallecimiento del hijo recién nacido del arquero Sebastián Torrico, tuvo que viajar a Santa Fe para enfrentar a un equipo en levantada y que quería hundir las aspiraciones de todo el Ciclón.

San Lorenzo comenzó el partido con equivocaciones varias y sobre todo jugando con los dientes apretados. El elenco de Astrada realizó un gran desgaste en los primeros 45 minutos de juego con una presión constante a los mediocampistas del Patón. Mercier y Ortigoza tuvieron que trabajar por demás en la primer etapa y por suerte para todos los hincha Azulgranas hicieron un gran trabajo. Se convirtieron en ejes centrales de la recuperación, la predisposición, la distribución del balón y sobre todas las cosas la entrega denodada por ellos.

Garra, entrega e inteligencia a la hora de atacar. Estos atributos se destacan en muchos jugadores de San Lorenzo. Buffarini, Más, Villalba, entre otros son el fiel reflejo de lo que busca el entrenador en éste equipo y que de a poco lo va consiguiendo.

San Lorenzo en la etapa complementaria, jugó un fútbol de alto vuelo ante un alicaído Rafaela que se mostró cansado ante el desgaste que había realizado en la primera parte del partido. Ingresos como el de Cauteruccio, a pocos minutos de haber comenzado el encuentro por el lesionado Blandi, y también sobre todas las cosas el cambio que metió Bauza, un jugador de experiencia, voluntad y un pie mágico. El Pitu Barrientos.

El futbolista de ya 30 años, entró e hizo todo bien, incluso lo más importante fue ese pase exquisito de más de 35 metros para habilitar a un charrúa que siempre está atento y definió a la perfección. Los cambios le hicieron bien al Santo de Boedo. Los ingresos de Barrientos y Cauteruccio, hoy en día le dieron la posibilidad de encontrar el gol ante Rafaela por la Copa Argentina y así avanzar en dicha copa que da grandes benéficos.

La última derrota por parte del Ciclón se dio ante Danubio en esa oscura Copa Libertadores donde el Matador jugó mal y lo pagó caro. Eso quedó en el pasado, hoy en día el Cuervo se encuentra en carrera por la Copa Argentina y sobre todas las cosas puntero en el torneo doméstico junto a Boca Juniors. Implacables estadísticas, destacan lo que consiguió rápidamente el director técnico luego de los resultados negativos de la primer etapa del corriente año.