Boedo está en guerra contra el órgano que regula el fútbol argentino. El problema que se plantea en los escritorios de AFA es un tema clave para todo San Lorenzo. Todo comenzó cuando el Ciclón se enfrentaba a Tigre en Victoria y el Pitu Barrientos entró a la cancha con cuatro amarillas en la espalda y debía portarse bien para poder estar ante el Canalla en el Nuevo Gasómetro. Todo iba normal hasta que a los 27 del segundo tiempo, el árbitro del partido Néstor Pitana, consideró que el Pitu tocó con la mano el balón, cuando le había pegado en el pecho, y le sacó el cartón amarillo.

Barrientos, enojado con la decisión se mostró disconforme con el árbitro pero luego declaró que no mantuvo contacto con el juez una vez finalizado el empate. "Yo sabía que tenía las cuatro amarillas y uno entra a la cancha condicionado pensando en no hacer una falta o algo que te deje afuera del próximo partido. Me dio bronca. No fui a hablar con el árbitro Pitana después del partido. Tengo entendido que van a pedir la revisión de la jugada", comentó el comandante del barco Matador.

La dirigencia, indignada con el suceso ocurrido, no se durmió y ya presentó la apelación a la decisión del árbitro del partido ante Tigre y explicó porque se le debe quitar la amarilla al Pitu. Además, ejemplificó con dos antecedentes que inclinarían la balanza a favor del experimentado futbolista que tiene la responsabilidad de ser el remplazante del Pipi Romagnoli.

Los antecedentes datan del año 2011, donde se le quitaron amarillas a Galmarini y Teófilo Gutiérrez en su momento. Martín Galmarini, en mes de marzo del 2011, disputó un partido ante Gimnasia de La Plata y por una jugada similar a la de Barrientos vió la segunda amarilla y fue expulsado, luego en AFA, decidieron sacarle la amarilla y pudo disputar el siguiente encuentro para Tigre. A la hora de hablar del colombiano, que en el mes de abril de aquel año, le mostraron la quinta amarilla por haber “Simulado una infracción” y en las cámaras se denotó que había sido infracción. Otra vez, el organismo que regula el fútbol argentino tomó la decisión de quitarle la amarilla.

Con todas estas pruebas y argumentos, desde el club de Boedo ven como probable y real la quita de la quinta amarilla para el jugador de 30 años y así poder disputar el partido más difícil de los que le queda al Ciclón.

El Pitu, se mostró tranquilo y destacó que sin importar que pase con Boca, actual líder del campeonato, el elenco azulgrana debe ganar los cuatro partidos que le quedan. "Tenemos la camiseta de San Lorenzo y por más que haya campeón debemos ganar los cuatro partidos que quedan. Nosotros pensamos siempre en positivo, tenemos que ganar y después mirar los otros resultados. Lamentablemente dependemos de Boca, pero la esperanza siempre está".

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