El chileno Paulo Díaz fue uno de los primeros jugadores que pidió Pablo Guede, que lo conoce de su paso por Palestino, para reforzar la zaga central de San Lorenzo de Almagro. La negociación para su llegada fue larguísima, incluso se cayó varias veces, pero finalmente se cumplió el deseo de Guede y del propio jugador.

Díaz, cuyo apodo es el Bombero, había llegado como refuerzo a Colo Colo a mediados del año pasado tras un buen desempeño en el Palestino de Guede, en el cual había sido elegido como el mejor central izquierdo de la temporada. Sin embargo, perjudicado por una rotura en el peroné y un esguince de tobillo, solamente participó en un partido el 31 de octubre cuando ingresó para jugar dos minutos contra la Universidad de Chile. Es decir, viene con una marcada inactividad en el último semestre pero el nuevo director técnico del Cuervo cree mucho en sus condiciones.

El defensor de 21 años tiene como jugador de referencia a su compatriota Gary Medel. Quizás por eso la polifuncionalidad que se le vio en el Tino Tino, ya que además de central jugó como lateral por ambos costados y de volante central.

Sobre sus características, el chileno expresó que era un jugador que nunca daba una pelota por perdida, que siempre iba al frente y que “la pelea hasta en el entretiempo”.

Cuando arribó al país para su revisión médica, el Bombero quiso ganarse a la gente del Ciclón de entrada y dijo: “Lo que mas me sorprendió de San Lorenzo fue la hinchada. En Chile sólo cantan los barras y aquí ante Huracán perdían 3 a 1 y no paraban de alentar”.

Además, tuvo palabras de elogio para su nuevo entrenador: “El trato que tuvo él conmigo fue diferente al resto de los técnicos”.