De no ser tenido en cuenta a ser un titular indiscutido. Así pueden resumirse los últimos seis meses de Nicolás Blandi en San Lorenzo. En el equipo de Boedo, hubo un cambio radical en el último semestre; un nuevo cuerpo técnico, con ideas nuevas y diferentes, que renovó los aires en el plantel y esto trajo aparejado un cambio radical en la historia de Blandi vistiendo la azulgrana.

Al final del campeonato anterior, que coronó a Boca como campeón, era casi imposible de imaginarse al ex delantero ‘Xeneize’ saliendo, fecha tras fecha, a la cancha en el once titular; el puesto de delantero estaba peleado entre Martín Cauteruccio y Mauro Matos, quienes iban alternando partido a partido esa posición en la cancha.

A pesar de no acumular minutos defendiendo la camiseta azulgrana, Blandi nunca se dio por vencido; su meta estaba fija y día a día entrenó para conseguir ese lugar que tanto anhelaba: ser el delantero titular de San Lorenzo.

Su perseverancia y el cambio de conducción en el equipo fueron fundamentales para que se convierta en uno de los más aplaudidos por el pueblo sanlorencista. Pablo Guede confió en el oriundo de Campana y éste no lo defraudó.

Acumuló un total de 10 goles marcados en este semestre, sumados los del torneo local, Copa Libertadores y el anotado en el Supercopa Argentina, donde San Lorenzo se consagró campeón al golear 4 a0 a Boca Juniors. Pero Blandi no sólo hacía goles que lo afianzaban como el delantero de área del equipo, sino que cada uno de sus gritos de gol eran clave para que su equipo obtenga la victoria en el partido; así ocurrió contra Olimpo, Vélez, Independiente, River, Huracán y Colón. Cada vez que Nicolás Blandi marcaba en la red, San Lorenzo ganaba el partido.

Este semestre es el mejor del delantero en el ‘Ciclón’ y su actualidad le pone presión a la dirigencia azulgrana para que adquieran el 50% de su pase que pertenece a Boca Juniors. El futuro de Blandi todavía no se conoce pero su rendimiento es insuperable.

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