Argentina volvió a mostrar un flojo desempeño, aunque esta vez su rival, México, sea la última campeona olímpica, y empató 0-0, aunque podría haber perdido si le convalidaban un gol lícito a los locales. El seleccionado de Julio Olarticoechea finalizó el partido con un hombre menos. 

Con muy floja productividad en ataque, producto de la falta de ideas de Jonathan Calleri y Cristian Espinoza, primero, y de Giovanni Simeone después, además de la fuerte marca sobre Ángel Correa, la Albiceleste no encontraba el camino al gol. Como si esto fuera poco, los errores defensivos hacían temblar la valla de Gerónimo Rulli, que recibió un tanto por un error propio, pero el referí, de muy mala actuación, le salvó el pellejo. 

Sin embargo, hubo un jugador que se rescata sobre el resto: Víctor Cuesta ya demostró en varios partidos que no le pesa la celeste y blanca. Ya lo había hecho con la mayor, incluso anotando un gol, y se está convirtiendo, de a poco, en un jugador clave para la defensa de la Selección olímpica. 

Si bien la camiseta no parece serle difícil de llevar, cuando los tiempos apremian es cuando se ve el carácter, y esto también lo superó bien el zaguero de Independiente: a poco de comenzado el partido, Lisandro Magallán dejó una pelota muerta y Cuesta tuvo que socorrerlo, alejando bien el balón antes que lo interceptara el jugador mexicano, aunque luego Lautaro Gianetti cometió infracción y se ganó la amarilla (luego vería la roja por doble amonestación).

Tres partidos en esta serie de amistosos, todos aprobados, además de la experiencia de la absoluta, hacen que Cuesta se perfile como un titular indiscutible y líder de la defensa argentina en los próximos JJOO de Río 2016, donde el equipo nacional integrará el Grupo D junto a Portugal, Argelia y Honduras.