Las ganas y el esfuerzo no alcanzaron. No fueron suficientes para la jerarquía de un equipo superior. Argentina no pudo con Serbia y perdió 3-1 su segundo encuentro en el Mundial de Polonia 2014.

Por momentos, el conjunto albiceleste le disputó el partido a una potencia como lo es el equipo eslavo, quienes obtuvieron el tercer puesto en el Mundial de Italia 2010 y perdieron 3-0 en la inauguración ante los locales.

Los centrales serbios, Marko Podrascanin y Dragan Stankovic, fueron dueños de la red y el opuesto, Aleksandar Atanasijevic, fue el as de espadas de los europeos y su mayor arma ofensiva  -con 18 puntos fue el máximo anotador del encuentro-. Con contundencia, Serbia se llevó el primer parcial 25-17.

En el segundo set, el entrenador argentino, Julio Velasco, metió mano en el equipo y cambió la estrategia. Martín Ramos ingresó en lugar de Pablo Crer y Luciano de Cecco lo hizo por Nicolás Uriarte. El equipo logró más juego por el centro, Facundo Conte y Pepe González se mostraron explosivos y Argentina se llevó la segunda manga por 25-20.

Sin embargo, los serbios le encontraron la vuelta al partido e impusieron su juego. Luego de una gran levantada albiceleste con el saque de Uriarte (pasaron de 16-24 a 21-24), el conjunto europeo cerró el tercer set, y, con la ventaja nuevamente, dominó con lo justo el cuarto para sellarlo también 25-21.

Fue un digno papel de los dirigidos por Velasco y una derrota que estaba en los planes. El próximo jueves, se verán las caras con Camerún, uno de los rivales más débiles del grupo, y será un partido que los argentinos deben ganar.