El 7 de septiembre de 2014 quedará en la historia del fútbol sala mundial. Brasil y Argentina jugaron ante 56 mil espectadores y marcaron un nuevo record. De vuelta en Buenos Aires y luego de haber sido protagonista del encuentro, Mauro Taffarel dialogó con Vavel y expresó sus vivencias.

¿Cuáles son las sensaciones tras la derrota?

La verdad es que tengo una sensación agridulce, porque fuimos con el objetivo de hacer nuestro juego y ganar el partido. Si bien por momentos jugamos como lo veníamos haciendo, no fuimos tan sólidos como el ultimo partido en Uberlandia y ademas nos volvimos con una derrota que, si bien está dentro de las posibilidades porque jugás contra los mejores jugadores del mundo, nos dolió.

¿Fue justo el 4 a 1?

Brasil fue justo ganador del partido. Para mí terminó siendo un resultado abultado porque en el trámite del partido no hubo 3 goles de diferencia. Creo que un 3-2 hubiera sido lo más justo, pero ahí está la diferencia individual que tienen ellos, que no te perdonan cuando te llegan. Aprovecharon sus chances y nosotros no.

¿Qué sintieron al ser 12 contra 55 mil?

Muy contento de haber sido parte de un partido histórico, afortunado de defender la camiseta de Argentina en una situación como que la que se dio, tan de visitante ante el rival de toda la vida, sea cual sea el deporte. No creo que se repita un partido así, en Brasil ante tanta gente y en un estadio mundialista.  También creo que al estar tan lejos las tribunas de la cancha no se sintió la presión que pueden llegar a meter en un estadio más chico, pero con las tribunas pegadas. Personalmente apenas empieza el partido, por más gente que haya afuera, te olvidas de todo y solo pensás en el partido.

¿Qué aspectos postivos rescatas y cuáles fueron los negativos?

Los aspectos positivos son que salimos a jugar de la misma manera que entrenamos, salimos a ganar el partido con nuestras armas, donde no importa el rival ni las circunstancias.  Los negativos son que no siempre sale lo que planificás, y no fue nuestro mejor partido. No pudimos robar ni una sola pelota en presión alta, dimos contragolpes cuando sabíamos que cuando superábamos su presión ellos esperaban en una marca en zona, preparados para salir de contra y con la pelota nos costó crear situaciones cuatro contra cuatro. 

Este año la imagen de la Selección cambió bastante ¿a que se debe?

Creo que se debe pura y exclusivamente al trabajo, a los entrenamientos. Sabemos que para competir contra los mejores tenés que entrenar más y mejor. Desde que llegó Diego (Giustozzi), nos convenció que podemos ganarle a cualquiera y en cualquier cancha si nos preparamos para eso. Los resultados son consecuencia de ese trabajo. En el poco tiempo de este cambio se logró una identidad, un estilo muy marcado de juego, donde cada jugador que le toca entrar a la cancha sabe lo que tiene que hacer y que esta preparado para cada situación que se pueda presentar. También el apoyo dirigencial es parte de este cambio. Desde que empezó el año hubo un acercamiento a los jugadores que antes no teníamos y todo suma para que nosotros solo pensemos en jugar.

Se viene el Grand Prix y un torneo en Kuwait ¿qué objetivos tenés?

Se vienen dos torneos muy lindos y mi objetivo personal es hacer las cosas lo mejor posible para que el técnico me tenga en cuenta en ambos.

Argentina jugariá el Grand Prix en Río de Janeiro del 6 al 12 de octubre, mientras que el torneo en Kuwait está pautado para la última semana del mismo mes.