Once fechas han quedado atrás y nos encontramos en las vísperas del cierre del campeonato 2014 del Súper TC 2000. Para una competencia definitoria, el escenario debía estar a la altura de las circunstancias, y así lo será. El Autódromo Internacional de Potrero de los Funes oficiará de sede de esta cita, en donde se conocerá al flamante monarca de la categoría. Tres contendientes lucharán por el título y la única certeza al respecto es que la divisional contará con un nuevo campeón, dado que ninguno de los aspirantes se ha consagrado anteriormente. Un espectáculo que promete ser apasionante.

El trazado puntano es considerado uno de los mejores del país. A lo largo de su corta historia ha sabido albergar a categorías internacionales de la talla de la FIA GT. Emplazado en medio de las sierras, requiere de un manejo muy técnico, con gran cantidad de variantes entre las que se incluyen trepadas y curvas ciegas. Dada su larga extensión, el tiempo de vuelta supera cómodamente los dos minutos, por ello la competencia final se disputará a 21 giros. Por otra parte, cuenta con un paisaje poco común para un circuito. Su condición de semi-permanente le permitirá al público presente disfrutar al mismo tiempo de la competencia y de la hermosa vista del lago y las sierras.

La primera visita de la categoría a este escenario se dio en el año 2008, llevándose José María López el triunfo a bordo de un Honda New Civic. Pechito es a la vez el último vencedor allí, al imponerse en su despedida de la divisional el año pasado de la mano de un Fiat Línea. Desde su primer encuentro, el Súper TC 2000 y Potrero de los Funes se han vuelto inseparables, siendo la carrera en suelo puntano una fecha fija dentro del calendario.

Para esta definición, Néstor Girolami llega como el gran candidato a quedarse con el título. Firme líder del certamen, el Bebu sabe que sumando once unidades se consagrará sin importar lo que puedan llegar a hacer sus rivales. Su Peugeot 408 ha demostrado ser el auto a vencer y el cordobés confía en mantener el potencial exhibido a lo largo del año en esta prueba final. “Espero tranquilo el fin de semana. Estamos siendo muy regulares y funcionamos muy bien. Hay que hacer una buena carrera y sumar esos puntos que faltan”, fueron las palabras del líder previo a viajar hacia allá.

Leonel Pernía (Renault Fluence) llega como escolta, distanciado por 24,5 unidades sobre 35 en disputa. Una nueva definición de campeonato que lo tiene al Tanito como protagonista. Tras obtener los subcampeonatos en los años 2009, 2010 y 2013, el tandilense buscará su primera corona y devolverle el título a la marca Renault tras 21 años. Con las esperanzas intactas, indicó: “Estoy con muchas ganas, pero tranquilo a la vez. No es la primera vez que defino un campeonato. La experiencia me indica que en la definición la clave es cómo llegás con los puntos y el auto. Creo que no va a ser nada fácil, pero me tengo mucha fe y estoy con esperanza. La carrera es larga y este circuito me encanta, porque es difícil y cada vez que se corre allí pasan un montón de cosas.”

El tercer aspirante al título es Agustín Canapino (Peugeot 408). A pesar de correr desde atrás (llega a 27 puntos del líder), el Titán no pierde la ilusión de terminar el domingo festejando. Sabe que cuenta con un gran medio mecánico y las condiciones conductivas necesarias para ser campeón. Involucrado junto con su compañero de equipo en la definición, deberán tratar de llevar cada uno agua para su molino sin perjudicar a la escudería que los alberga. “Estoy muy feliz y satisfecho más allá de lo que pase este fin de semana”, expresó el arrecifeño, completando su primer año bajo el ala del equipo Peugeot.

Con tres candidatos sedientos de gloria, un circuito de primer nivel y un marco digno de una postal, restará esperar al domingo para que las sierras puntanas nos indiquen el nombre y apellido del nuevo rey del Súper TC 2000.