Se avecina el último fin de semana de actividad automovilística del año y ciertas categorías aún se encuentran en la búsqueda de su campeón. Una de ellas es el Turismo Nacional, la cual completará su calendario en el autódromo Hermanos Emiliozzi de la ciudad de Olavarría. Un cierre de certamen que promete ser tan atrapante y emocionante como lo fue su desarrollo, en otra gran temporada de la divisional que brinda los mejores espectáculos del país.

A esta cita final arriban sólo dos pilotos con posibilidades de llevarse el título. En condición de líder lo hace Matías Rossi, quien busca su primera corona dentro de la Clase 3. El Misil llega dulce tras adueñarse de la Copa de Oro del TC el domingo pasado y pretende gritar campeón nuevamente a bordo del Citröen C4 que alista el equipo Boero Carrera Pro. Con apenas once unidades de ventaja, sabe que la cuestión no será “un trámite” como lo fue la definición de la Máxima en el autódromo de Buenos Aires y deberá dar lo mejor de sí para cumplir con el objetivo.

 “Quiero lograr este título también, sería muy importante para mí poder hacerlo. Tenemos que ir a no especular, andar rápido y dejar todo en la pista.” La sed de gloria del oriundo de Del Viso nunca logra saciarse y tratará de cerrar uno de los mejores años de su carrera deportiva con otro cetro en su poder.

Su rival será Facundo Chapur. El actual rey de la categoría no quiere ceder el trono y luchará por mantener el número 1 pintado en los laterales de su Peugeot 308. Tras descontar una gran cantidad de puntos la fecha pasada en Concordia, llega motivado y con esperanzas a Olavarría. Sabe que cuenta con un gran equipo y las aptitudes para consagrarse al igual que lo hizo en 2013. Con 36 unidades en disputa, su misión no parece para nada imposible. Fiel a su estilo, no se guardará nada.

El trazado olavarriense cuenta con una extensión de 4015 metros y se caracteriza por ser un circuito veloz. Su larga recta, de casi un kilómetro de longitud, obliga a los competidores a contar con un buen motor si pretenden ser protagonistas. Por su parte, la horquilla Luis Landriscina es considerada una de las variantes más difíciles del país y, en consecuencia, un sector apto para las maniobras de sobrepaso. Por último, sus amplias vías de escape lo convierten en uno de los autódromos más seguros del territorio nacional. Como conclusión, las probabilidades de vivir un gran espectáculo son realmente altas.

La sinfonía de los bólidos acelerando que sólo los fierreros saben apreciar tocará sus últimos acordes del 2014 este domingo. Como despedida, nos regalará a un nuevo campeón.