Muchos son los pilotos que en los ochenta años de automovilismo nacional se han destacado por sus virtudes frente al volante y por la cantidad de triunfos y campeonatos que supieron cosechar. Sin embargo, muy pocos lograron traspasar esa línea y ser recordados por sus acciones abajo del auto. Uno de ellos fue el juninense Eusebio Marcilla, quien en el día de hoy cumpliría cien años. En un ambiente en el cual por momentos prima el individualismo y el egoísmo, este recordado piloto siempre se mostró atento a las necesidades del prójimo, incluso en desmedro de sus propios intereses.

La carrera deportiva de Marcilla se extendió a lo largo de la década del 40 y principios de la del 50, corriendo mayormente dentro del Turismo Carretera. En total alcanzó nueve victorias, entre las cuales se destacan la Vuelta de Añatuya en agosto de 1941 y la primera edición de la Vuelta del Chaco en julio de 1948. Fiel defensor de la marca Chevrolet, supo ganarse el respeto de todo el pueblo fierrero, el cual lo recuerda con admiración.

Pero como se indicó en un principio, más allá de sus logros deportivos, su obrar como ser humano fue lo que le permitió resistir al paso del tiempo y ser considerado uno de los grandes pilotos de la historia del TC. Gracias a dos acciones en particular recibió el apodo de el Caballero del camino.

La primera de ellas se dio en el Gran Premio Internacional del Norte de 1940, competencia que unía las ciudades de Buenos Aires y Lima. Ya en el camino de regreso desde la capital peruana, Marcilla no dudó en detener su auto para auxiliar a los hermanos Juan y Oscar Gálvez, grandes rivales suyos, quienes habían caído por una pendiente cerca de la ciudad de Arequipa.

La segunda y más conocida acción la llevó a cabo en la mítica carrera Buenos Aires-Caracas disputada en 1948. Nuevamente en suelo peruano, Juan Manuel Fangio, el mejor piloto de todos los tiempos, cayó por un barranco en plena noche, accidente en el cual su acompañante, Daniel Urrutia, salió despedido del vehículo. A diferencia de otros competidores que pasaron por el lugar e ignoraron la situación, Marcilla arribó al mismo, se detuvo, cargó a los dos hombres en el asiento trasero de su Chevrolet y regresó 20 kilómetros hasta dejarlos en el hospital más cercano. Por pedido expreso del Chueco, el juninense volvió a la carrera, en la cual había perdido alrededor de media hora. Lo que no todo el mundo sabe, es que el Caballero del camino arribó segundo a la meta en la capital venezolana a doce minutos de Domingo Marimón, vencedor de la prueba, lo cual indica que de no haber auxiliado a Fangio, hubiera resultado triunfador. Está de más aclarar que poco le importó ello a Marcilla.

Otro hecho que lo pinta como un hombre de principios fue su negativa a llevar los símbolos del Partido Justicialista en su auto, lo cual se había convertido en prácticamente una obligación durante el gobierno de Juan Domingo Perón. Esta postura lo llevó a ser perseguido y menospreciado por parte del poder, al punto tal que los relatores de la época no podían pronunciar su nombre, siendo identificado como El piloto del auto negro. Ninguna de estas maniobras, sin embargo, lograron opacar su gran altruísmo e hidalguía.

La vida de Marcilla tuvo un triste y abrupto final el 14 de marzo de 1953, cuando disputaba la Vuelta de Santa Fe. Cerca de la localidad de Recreo, cuando venía liderando la competencia, perdió el control de su bólido en una curva e impactó contra una columna de hormigón armado del tendido de alta tensión, quedando el Chevrolet "abrazado" a la misma. El golpe se dio justo del lado del piloto, quien fallecería minutos más tarde en el hospital Iturraspe, perdiendo el automovilismo y el país a un ser invaluable. Paradójicamente, su acompañante, Miguel Salem, sólo sufrió un golpe.

A cien años de su llegada al mundo, en su Junín natal, se organizaron varias actividades conmemorativas, incluyendo una muestra en el Museo Histórico, el descubrimiento de placas en su honor en el cementerio de la ciudad, un acto en la plaza central y charlas y recorridos varios. Un merecido reconocimiento a uno de los grandes deportistas de la historia de nuestro país.

 

 

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