En el cierre de la tercera fecha del Seis Naciones, el Aviva Stadium se tiñó nuevamente de verde para ver como Irlanda superó con claridad a Inglaterra por 19 a 9 y le arrebató el invicto. Con Conor Murray y Jonathan Sexton como estandartes, los irlandeses se subieron a la punta en soledad y se encaminan como firmes candidatos al título.

El comienzo del partido mostró a Irlanda agresivo y con hambre de victoria, mientras que Inglaterra, impreciso y nervioso, cometió demasiadas infracciones, algunas de ellas infantiles. Gracias a los penales de la visita, Jonathan Sexton tuvo la posibilidad de poner a Irlanda al frente en el marcador y no dudó. En ocho minutos los locales ya ganaban 6 a 0 y habían estado cerca de llegar al try, pero la defensa inglesa con buenos tackles y penales lo impidió.

Después de unos minutos con control de pelota, la ola verde se calmó, e Inglaterra en su primera jugada en ataque hilvanó buenos movimientos que llevaron a los locales a cometer una infracción, que George Ford iba a aprovechar para probar un drop que le dio los primeros tres puntos. El resto de la primera parte se vio a Irlanda agresivo, con control de pelota pero sin poder marcar tries. Igual Sexton con un penal extendió la ventaja y el primer tiempo se cerró 9 a 3.

El complemento se inició con Irlanda nuevamente yendo hacia adelante, preciso, con el juego bajo el mando de Murray y Sexton, que metería otro penal para el 12 a 3 parcial. Pero el gran quiebre de partido se daría minutos después. Tras un gran kick, Irlanda recuperó la posesión mediante un contraruck y con ventaja de penal Murray puso la pelota en el ingoal para que Robbie Henshaw apoye. La gran jugada colectiva se cerró con try. Desde la bandera Sexton convirtió y el 19 a 3 parecía ser definitivo.

Con ventaja en el marcador, Irlanda debía ser inteligente y no arriesgar demás, porque enfrente estaba Inglaterra. Y los locales no lo hicieron. Pese a la salida de Sexton por un golpe, y los cambios en Inglaterra que le dieron animó y variantes en ataque, la visita sólo pudo marcar por intermedio de penales. A los 18 y 27 minutos George Ford convirtió para decorar el resultado con un 19 a 9 final.

Irlanda fue superior durante los 80 minutos, recién sobre el final el cansancio y el resultado en contra hicieron que los ingleses fueran en busca del try sin éxito. Con la derrota Inglaterra se baja de la punta y deberá esperar una derrota irlandesa si quiere obtener el título. Irlanda tampoco la tendrá fácil, en dos semanas deberá visitar a Gales en el siempre complicado Millenium  y más tarde recibir a una Escocia necesitada de triunfos.