En un partido que estuvo lejos de ser bien jugado, y que dejó en claro las falencias de ambos seleccionados, los locales se aprovecharon del débil Escocia y lo vencieron por 23 a 15. Con este triunfo, los ingleses se acomodaron como líderes del Seis Naciones de cara a la última fecha en la que recibirán a Francia en Twickenham.

Con un arranque de partido que auguraba una goleada histórica de los ingleses que se pusieron rápidamente arriba en el marcador con un try del centro Jonathan Joseph, y desperdiciaron varias jugadas de try, el trámite del juego terminó resultándoles complicado. Pese a la ventaja inicial de Inglaterra, Escocia se recuperó y empató el partido tras una buena jugada colectiva definida por Mark Bennett.

Luego del try escoces, el juego cambio, del arrollador inicio de Inglaterra, los locales pasaron a tener muchas dudas que Escocia pudo aprovechar con penales de su capitán Graig Laidlaw para irse al descanso 13 a 10 arriba, ya que George Ford marcó un penal para los ingleses.

El complemento fue totalmente para los locales. En el entretiempo el entrenador Stuart Lancaster trabajó sobre la cabeza de sus jugadores, que salieron decididos a dar vuelta el resultado y llevarse la victoria. Pese a que continuo teniendo poca efectividad, Inglaterra mejoró su juego, mientras que Escocia se defendió de muy mala manera dejando espacios que fueron bien aprovechados.

George Ford, que se mostró activo y con ganas de atacar durante todo el encuentro, fue quien puso a Inglaterra arriba con un try convertido por el mismo y de ahí en más los escoces se entregaron. El resultado se cerró con un nuevo penal de Ford, y el try del inquieto wing Jack Nowell que le permitió a Inglaterra agrandar la diferencia y quedar como único puntero del Seis Naciones.

Con el triunfo de Inglaterra, son tres los equipos que pelearán el campeonato en la última fecha. Gales, Irlanda y el mencionado Inglaterra deberán ganar sus partidos y esperar una derrota de sus rivales, o lograr una diferencia de puntos tal que les permita alzarse con el trofeo del Seis Naciones.

En un año mundialista y en el que Inglaterra será local, el juego de los de la rosa deja muchas dudas. Errores a la hora de la definición, fallas en la defensa y momentos de desconcentración, dejan al descubierto un flojo nivel. Lancaster tendrá una semana para trabajar con el objetivo del título, y un año duro para armar el mejor plantel para el Mundial.