Otro aspecto positivo en el éxito de Jaguares frente a Kings. Éste, con la particularidad de ser extrarugbístico, pero que no deja de ser importante a la hora del balance final. Muchos, no esperaban semejante marco para un partido que, en la previa, no despertaba interés en el mercado local. Otros, en cambio, auguraban una buena presencia de público en el recinto perteneciente al Club Atlético Vélez Sarsfield. Lo cierto que es la gente cumplió: la familia, una vez más, volvió a ser foco de los primeros planos televisivos. Al igual que en las dos primeras actuaciones de Jaguares en este Super Rugby, el rugby volvió a ser el gran ganador en este gran show que ofrece la competición de franquicias más relevante del hemisferio sur.
A diferencia de los dos primeros encuentros -principalmente del inaugural, que tuvo a Chiefs como adversario-, no hubo faltas de respeto, ni hacia el rival, ni hacia la terna arbitral. Esto puede parecer absurdo, aunque no lo es, principalmente por el hecho de que la Argentina, generalmente en el fútbol -aunque se expandió al resto de los deportes-, es un país que no suele acatar las decisiones del referí. Ayer, la situación fue distinta, como debe ser.
La mascota y las porristas también tuvieron su papel en el show celebrado en Liniers. Ambas "patas" fueron esenciales para reanimar a los presentes en los pocos momentos complejos que vivió Jaguares ante la franquicia sudafricana. En dos semanas, ante Sharks, el desafío será volver a dar a conocer el producto que quiere vender la UAR con esta primera franquicia en el certamen que organiza y rige SANZAAR. Mostrar el show será la premisa. Es casi una garantía que para dicho encuentro habrá más entradas vendidas. La demanda será mayor. Nadie quiere perderse la gran fiesta del sur.
Antecedentes de asistencia:
Jaguares-Chiefs: 19.210 espectadores
Jaguares-Stormers: 18.240 espectadores