Fortaleza mental. Esa fue la única diferencia significativa entre ambos jugadores. En definitiva, ese punto a favor del pupilo de Gustavo Tavernini jugó un rol clave en el resultado final del encuentro. El principal mérito del argentino estuvo en mantenerse enfocado a pesar de la adversidad. Nunca darse por vencido fue una frase esencial que utilizó para salir airoso del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Para Fognini, en cambio, lo de hoy fue más de lo mismo, es decir, más de lo que nos ha mostrado año a año, torneo a torneo: tenis de élite, mentalidad de junior. Este combo le ha traído problemas de todo tipo al oriundo de San Remo, ya sea dentro de la pista -perdiendo un sinfín de partidos que, a priori, estaban bajo control- o fuera de ella -precisamente con la ATP y la imposición de varias multas por conductas antideportivas-. 

En la parte numérica, Delbonis edificó su triunfo a partir de la efectividad obtenida con su primer y segundo servicio: 70% y 54%, respectivamente. Fognini, por su parte, el balance le dio negativo en comparación de lo hecho por su adversario: 62% y 50%. El otro rubro determinante fue el de cantidad de quiebres: cinco para Delbonis contra tres de Fognini.

Para Delbo, actual Nº45 del ranking ATP, no habrá tiempo para descansar ni celebrar este gran éxito ante el máximo exponente de Italia. Este miércoles, desde las 14, estará cara a cara con Nicolás Almagro, verdugo de su compatriota Albert Montañés. Será el cuarto cruce entre ambos. La serie entre sí tiene al hispánico como dueño temporal (2-1). La última vez que se han cruzado oficialmente fue hace poco menos de dos años, en el ATP 250 de San Pablo, Brasil. Allí, por los octavos de final, quien será local en un par de horas se impuso por 3-6 6-3 y 6-2.