Y un día volvió para recuperar su corona… Rafael Nadal, uno de los mejores tenistas de la historia en polvo de ladrillo, si no es el mejor, logró su título número 9 del ATP Monte Carlo. El español no ganaba en Mónaco desde 2012, y no  llegaba a la final de este Master 1000 desde 2013, cuando perdió con Novak Djokovic. Este domingo, tras vencer al representante local del torneo, Gael Monfils, recuperó su corona y volvió a demostrar que sigue siendo el rey.

Nadal venía de un duro 2015 donde no se consagró en ninguno de los grandes torneos del deporte blanco. Es que arrastraba una lesión en su rodilla que le imposibilitó la participación en mucho de ellos, y su recuperación tampoco le permitió una óptima actuación en los que presenció. Este domingo volvió a estar en boca de todos cuando sorprendió con su excelente estado físico ya en las primeras instancias de Monte Carlo. Pero su rival venía con la cabeza bien en alto, ya que Monfils no había perdido ningún set a lo largo de la competencia. Sumado a que el francés había jugado mucho menos tiempo neto que el español, por lo que su desgaste era menor y llegaba en mejores condiciones. Sin embargo, Monfils no pudo frente al especialista en polvo de ladrillo, ni tampoco pudo hacer pesar su localia.

Lo que si peso, fue la historia. Nadal no solo acumulaba un excelente repertorio en el ATP de Monte Carlo, del cual es el máximo ganador de todos los tiempos. Rafael, también, tenía un amplio repertorio de victorias enfrentando al mismo Monfils. Se cruzaron 13 veces de las cuales Rafa ganó 11. El match podía estar para cualquiera de los dos en la previa, e incluso hasta el segundo set fue muy parejo. Pero Nadal, como es usual, se agigantó cuando tuvo que hacerlo y volvió a marcar tendencia.

En el primer set Nadal ganó más por su actitud que otra cosa. Monfils arrancó mejor y estaba muy preciso, pero Nadal se caracteriza por sacar los partidos adelante con su garra y presencia. Impuso su prestigio cuando le toco servir y pese a no convertir ningún ace, casi no recurrió a un segundo saque. Ganó 17 de las 23 pelotas provenientes de su primer servicio, y en el segundo servicio, al ser más reservado para evitar una doble falta, Monfils supo aprovechar y ser más agresivo para quedarse con 12 de las 17 disputas. Incluso quebró en dos oportunidades. Pero Rafa también supo ser preciso cuando le tocó recibir y quebró en tres oportunidades para quedarse con el primer set por 7-5.

En el segundo fue más de lo mismo, pero la suerte se inclinó ante el local. Monfils mejoró su saque y complicó más a Nadal. El actual número 5 del ranking también fue impecable en su saque pero se encontró ante un Monfils mucho más sólido. El francés quebró en tres ocasiones y se adjudicó el segundo set por 7-5. Sin embargo, el desgaste fue muy grande para Monfils, lo que le paso factura en el tercero.

En el tercer set, con un poco más de dos horas de juego en el bolsillo, Rafael Nadal hizo sentir lo que más lo caracteriza. Demostró que está igual que en sus mejores momentos, y su condición física no lo traicionó. Veloz e incansable, los dos adjetivos que califican a Nadal y que hoy le dieron el título en Mónaco. Cuando a Monfils le pesaba la raqueta, Nadal aprovechó la situación y tomo la iniciativa. Fulminó a Monfils que nada pudo hacer frente a un Nadal que tuvo su mejor set del 2016. Con gran comodidad se quedó con el tercer set, y así mismo, con su noveno Monte Carlo, tras vencer por 6-0. Nadal dejó demostrado que el rey está de vuelta en su trono. 

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Maximiliano Le Rose
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