Todo el público en contra, un rival experimentado enfrente y tener la presión de ganar para continuar perteneciendo a la empresa líder de este deporte. Para cualquier peleador son factores difíciles de sortear, pero El Ninja pudo sobrellevar de manera óptima las circunstancias para terminar con el brazo en alto en el UFC 190.

Se vio a un Guido Cannetti maduro e inteligente, ya que corrigió los errores de las últimas peleas. Supo ser paciente, no atacó de forma desesperada y desprotegiéndose. Por el contrario, supo cuando presionar y cuando marcar el ritmo de la pelea, derribó al brasileño en los momentos justos.

Por el contexto y por la dificultad que representó su adversario, no fue un triunfo más para el argentino, fue el más importante de su carrera.  No es un dato menor, que la victoria de anoche fue la primera por decisión dentro del record profesional de Cannetti, sus otras seis fueron todas en el primer round. Eso marca a las claras que  fue sin dudas la más difícil. 

En la primera y segunda ronda,  se vio un combate parejo que hacía prever que se definiría en detalles. Ambos tuvieron que trabajar contra la reja en varios transcursos, donde el réferi  separó para que continúe la acción. Recién en la segunda vuelta, fue el argentino quien conectó los primeros golpes significativos que hicieron tambalear al local. Pero en ese mismo round Hugo Viana terminó fuerte en el piso con el ground and pound.

Por cómo se había presentado el combate, el tercer asalto fue el decisivo para determinar quién se impuso en las tarjetas. Y ahí fue donde la mente fría de Cannetti fue fundamental, supo esperarlo al brasileño y cuando tuvo la oportunidad obtuvo el derribo, que fueron dos en los últimos minutos.Esto inclinó claramente la balanza. Cuando ya todo había culminado, solo restaba escuchar en la voz de Bruce Buffer  la decisión favorable al argentino, 29-28 marcaron las tres tarjetas de los jueces.  La alegría fue inmensa en el rincón del Ninja, su hermano Bruno Cannetti y Ezequiel Ricci desbordaron de alegría y comandaron los posteriores festejos, el gran esfuerzo tuvo recompensa.

Fue otra noche histórica para las MMA en Argentina, que en los últimos años viene creciendo considerablemente. Esta vez Guido Cannetti pudo sentir y vivir en carne propia lo que ya sintió Santiago Ponzinibbio, ese placer de levantar y hacer flamear la bandera Argentina ante las esplendorosas luces del UFC…