Cuarta jornada de mañana finalizada con un sabor agridulce para la delegación española, con una notable actuación en los 20 kilómetros marcha femenino pero con la decepción de las semifinales del 5000 en categoría masculina.

En la marcha el objetivo de las nuestras era entrar entre las diez primeras, pensar en medallas era casi un imposible teniendo en cuenta el gran nivel de la prueba. Beatriz Pascual con una acertada táctica, compitiendo de menos a más, entró sexta en meta, repitiendo la misma posición lograda en los pasados Juegos Olímpicos de Pekín 2008 y en el Mundial de Berlín 2009, con una marca de 1h 29:00. Julia Takacs, en puestos de finalista durante gran parte de la prueba, se tuvo que conformar con la novena posición logrando un tiempo de 1h 29: 25. La gallega Lorena Luaces cerró la actuación española terminando en el puesto décimoctavo, parando el cronómetro en 1h 31: 43. El título mundial fue para la actual campeona olímpica, la rusa Elena Lashmanova con 1h 27: 08, imponiéndose a su compatriota Anisya Kirdkinyapa, atleta que estuvo a punto de llevarse el oro por un inexplicable despiste de Lashmanova que se paró hasta dos veces dentro del estadio pensando que entraba en meta. El bronce se lo llevó la china Hong Liu, aprovechándose de la descalificación de Vera Sokolova al entrar al estadio, lo que impidió el triplete ruso.

La cruz para el atletismo español fueron las semifinales de los 5000 metros. Entrar en la final era tarea complicada en una prueba dominada por los africanos, pero se esperaba mucho más de nuestros dos representantes. Sergio Sánchez se hundió de manera estrepitosa a falta de tres vueltas, terminando penúltimo con una marca muy lejos de su verdadero nivel, 13:52.05. Alemayehu Bezabeh tuvo cerca la clasificación por tiempos en la siguiente serie, pero le faltaron fuerzas al final entrando noveno con 13: 34.68.