El atletismo español se tiñe de luto. Una de sus figuras más destacadas de comienzos de siglo, Yago Lamela, ha fallecido a los 36 años. El que fuera saltador de longitud apareció muerto en el domicilio familiar de su Avilés natal, donde fue encontrado por un amigo que avisó a los servicios médicos de urgencia, sin que estos pudieran hacer ya nada por su vida.

Yago Lamela saltó a la fama en el año 1999, cuando pasó de ser un completo desconocido para el gran público a convertirse, de la noche a la mañana, en uno de los mejores atletas patrios. Fue un 7 de marzo, cuando en los Mundiales de pista cubierta de Maebashi saltaba hasta los 8 metros y 56 centímetros, colgándose la plata superado únicamente por el cubano Iván Pedroso.

Tras este hito, y aunque de manera ya un tanto irregular, siguió sumando preseas hasta alcanzar un total de seis entre Europeos y Mundiales, antes de empezar en 2004 un calvario de lesiones que fue borrándole del mapa y minando sus participaciones y su nivel. Así, en 2009 y solo dos días después de que el alemán Bayer le arrebatase el récord europeo bajo techo, oficializó el secreto a voces que era por entonces su retirada.

Sumido en una profunda crisis tras su adiós al mundo del deporte, el atleta avilesino cayó en una depresión de la que tuvo que ser tratado durante varios años, entrando en un bache del que parecía haber salido en los últimos meses, cuando emprendió diversos retos como retomar su carrera de informática o sacarse el título de entrenador nacional. Incluso se le vía con frecuenta por la pista de atletismo de El Quirinal, nada que hiciera presagiar el funesto final que ha tenido esta tarde de jueves su vida.