Parecía Mónaco y era Doha. Aparentaba la altura de México y se trataba del desierto de Doha. Cualquiera diría que era agosto, y en realidad era mayo. La Diamond League no pudo comenzar mejor este viernes. Los atletas se olvidaron de que el aire libre solo está arrancando,  es tiempo de pretemporadas y faltan más de tres meses para el Mundial de Pekin. Las gradas del estadio Qatar SC, siempre llenas de coloristas y ruidosos aficionados etíopes, podrán decir que vieron historia del triple salto. También lo podrá aseverar Pablo Torrijos, subcampeón europeo a cubierto en Praga hace dos meses y frente a la élite mundial por primera vez en su corta carrera. Fuera de forma, terminó noveno de nueve y no llegó más allá de los 16,23m. Luego pudo sentarse y alucinar.

Podía intuirse el salto en Pichardo, que rozó los 18 metros hace una semana, no en Taylor, lejos desde 2011

El cubano Pedro Pablo Pichardo voló hasta los 18,06m en el tercer intento. Con la victoria en la mano, se saltó dos turnos. Por poco se lleva la sorpresa de su vida. El estadounidense Christian Taylor, 17,46 en el segundo hasta entonces, brincó tres centímetros menos: 18.03. Solo tres hombres en la historia, Jonathan Edwards, Kenny Harrison y Teddy Thamgo (éste, contemporáneo y de vuelta de una grave lesión, salió en camilla al romperse de nuevo en el cuarto intento) habían pasado los 18 metros en el triple. Hoy dos más se suman a la lista como tercero y quinto. Podría intuirse en el caso del caribeño, ya que hace solo una semana rozó esa barrera en La Habana, pero no de Taylor, un atleta polivalente que el año pasado se prodigó más en los 400 metros. Aún así, ante todo era triplista. Ya había saltado 17,96, pero fue hace casi cuatro años, en el Mundial de Daegu. Su comienzo de temporada lo sitúa en otra dimensión.

Gatlin mete miedo

El triple tapó otros registros memorables. Justin Gatlin barrió en los 100m con un marcón de 9,74s. Usain Bolt, que recibió su primer aviso hace dos semanas en Bahamas, ya sabe tendrá que emplearse a fondo para dominar el hectómetro. En los 100 metros con vallas, Estados Unidos acaba de sacar un nuevo producto a la élite mundial. Jasmin Stowers, de 23 años, confirmó lo mostrado el pasado fin de semana en Kingston y venció con 12,34 segundos, a 14 centésimas del récord mundial. Brianna Rollins o Dawn Harper-Nelson, estrellas el año pasado y aún sin ese punto de finura, parecieron desfasadas ante la nueva estrella.

Jasmin Stowers se instala de un plumazo en la élite de las vallas, a 14 centésimas del récord mundial

En la curva, los 200 metros, donde nadie bajó de 22 segundos el año pasado, Allyson Felix lo hizo a la primera con su elegancia habitual: 21,98s. En los 400m, Sanya Richard-Ross, que parecía muy en forma tras su clave papel en Nassau, cedió ante Francena McCorory (50,21s).

De vuelta a los marcones, tampoco pasan desapercibidos en mayo los 1.43.78 con los que los que Ayanleh Souleiman se impuso a la legión keniata y al francés Bossé en los 800 metros. El debut de Rudisha el año pasado fue más discreto. En la jabalina, el veterano finlandés Tero Piktamaki marcó el terreno desde el principio ante los mejores acercándose a los 90 metros (88,62m).

Los siete los rozó de verdad Tianna Bartoletta en longitud (6,99m), donde a las de siempre se sumó a la élite la británica Lorraine Ugen, cuarta con 6,92m por detrás de su compatriota Shara Proctor, que igualó el récord nacional (6,95m) de Katherine Johnson-Thompson este invierno. No hubo espacio para la sorpresa en el martillo, donde como siempre ganó la croata Sara Perkovic (68,10m) ni en peso con David Storl (21.50m). En pértiga, en lo que franceses y alemanes afinan, sigue en forma como en invierno el griego Konstantinos Filippides, que pronto se quedó solo (5,75m. En altura femenina nadie despuntó, así que la lituana Airine Palsyte aprovechó para conseguir su primera victoria (1,94m).

Sorpresas en mediofondo

En el tartán, el veterano Bershawn Jackson ‘Batman’ venció en los 400 metros vallas (48,09s). Las sorpresas llegaron, sin embargo, en el fondo. Ante su afición, respondieron los etíopes. Así, Dawit Seyaum acabó por imponerse en los 1.500m ante Siffan Hassan y Abeba Aregawi (4.00.96). También reñidos estuvieron los 3.000 metros obstáculos, aunque esta vez la desconocida fue una keniata. Virginia Nyambura aprovechó una carrera sin jefe (9.21.51) pese a la presencia de las dominadoras del año pasado, las etíopes Hiwot Ayalew y Sofia Assefa.

A Borja Vivas se le resistieron los 20 metros y a Ruth Beitia, los 1,90

La última rotura de pronósticos llegó en la última prueba, los 3.000 metros, donde todos esperaban a Mo Farah y el británico, refugiado, no pudo en la última vuelta con el etíope Hagos Gbrhiwet, que marcó 7.38.08, mejor marca mundial del año como casi todas en Doha. A otro ritmo van los españoles, en transición aún entre la pista cubierta y su pico de forma veraniego. A Borja Vivas se le resistieron los 20 metros y a Ruth Beitia, los 1,90. Barreras que no representan problemas para ellos, salvo que estén en periodo de carga. Así, ambos terminaron séptimos. El malagueño, con 19,91m en el peso, y la cántabra, con 1,88 en la altura. El espectáculo continúa el domingo en Shangai.