ROMA. China pintó aún más de rojo el 'tramonto', el atardecer de Roma, en el bello paseo que va desde el arco de Constantino a los pies del Coliseo al vetusto y modesto estadio Nando Martellini que reposa casi entre las ruinas de las Termas de Caracalla. Allí se cerró el pleno chino del primer día de la Copa del Mundo de marcha. Campeones en las dos pruebas junior y en las dos de 20 kilómetros marcha. En ausencia de los rusos, sancionados, el gigante asiático asaltó la hegemonía con sus andarines. Suele ser habitual. Otros países frenan pensando en el verano y ellos y los japoneses acaparan el ranking desde el inicio.

Por eso Hong Liu asaltó el liderato desde el inicio de los 20km femeninos, esperó a que las demás no pudieran seguirle y confirmó con otra gran victoria el oro mundial logrado en casa en agosto y quizá por eso Beatriz Pascual, dos diplomas olímpicos, la mejor española tras María Vasco, se despidió de Roma tan pronto como entró en el circuito de Via delle Terme di Caracalla. Se le habían sobrecargado los isquiotibiales y no quiso forzar lo más mínimo. No tenía sentido pasar penurias y no lograr la marca que les aseguraba su presencia en Río (1.33.30). El mismo motivo podía esgrimir María José Poves, segunda en esta misma prueba hace cuatro años, cuando estaba en vigilia para los Juegos de Londres. Una mala gripe la dejó en la cama y sin entrenar la mitad del mes de abril y no se sentía preparada para este reto. Por eso se retiró poco después de los cinco kilómetros, cuando ya casi perdía medio minuto con la cabeza.

Las dos tenían en la mente la última oportunidad que les da la competición de La Coruña, a finales de mes, para sacar el billete brasileño. Allí también irá Raquel González, aunque sin ninguna presión. ya que en el atardecer romano aplicó a la perfección sus cálculos para conseguir la mínima y terminar 10ª (1.29.01) tras sobreponerse, también, a un problema en una rodilla que la ha tenido un mes parada.

Cerca, a 17 segundos, se quedó Julia Takacs, que, sin embargo, empieza a ver la luz y la posibilidad de acudir también a sus primeros Juegos después de varias temporadas en las que fallaba en el momento clave de clasificar para la gran competición del verano y defraudaba las grandes esperanzas que se tienen sobre ella desde que era una adolescente. En Roma, con el aliento cercano de su novio, el campeón olímpico de taekwondo Joel González, Takacs entró 14ª (1.29.45) y cumplió su primer objetivo. “Quería volver a encontrarme bien, a hacer mi carrera, estar en mis marcas y olvidarme de los años pasados, pero me he guiado por sensaciones y mi ritmo era un poco inferior...”, se lamentó, tan vecina al billete seguro como lejos de la otra española, Ainhoa Pinedo, que terminó 45ª (1.34.40).

Las mujeres de los 20 kilómetros acabaron en 5ª posición, mejor que los hombres, y no lejos del podio que comandó, por supuesto, China, con Australia y Colombia. Además de Liu, los chinos consiguieron meter también a Shenjie Quieyang en el podio, pese a que resbaló en un giro del circuito. Entre ellas se coló la mexicana María Guadalupe González, plata y nuevo récord de América. Eleonora Giorgia luchaba por el podio cuando fue descalificada en el tramo final, privando a Italia de la medalla por equipos. Una decepción expresada en forma de lamento colectivo por todos los locales que esperaban en la meta.