Hoy es su día, el día de un chaval de 24 años seguro de sí mismo, centrado, sereno, y frío en carrera. Un atleta que corre con la misma profesionalidad con la que te explica que él no corre por correr, que simplemente “ejecuta” su plan.

No se lo creía. El vídeo en el que se muestra como una periodista le pregunta por su oro y él se sorprende está dando la vuelta al mundo. “Confírmamelo por favor, que si no...” es lo único que pudo decir el español, convencido de que se trataba de una equivocación o incluso de una broma.

Pues no Bruno, ni la una ni la otra, eres campeón y se puede gritar a los cuatro vientos que lo eres. Campeón y español. Cuando no se creía ni que había sacado la plata, tras remontar hasta dos posiciones en los últimos metros, le dicen que su medalla es la de oro. Como para creérselo.

Con una fantástica marca de 20.45 llegó segundo. O eso creía. Churandy Martina es quien pasó en primer lugar por la línea de meta, pero, para sorpresa de todo el estadio, espectador, seguidor y atleta, fue descalificado. En los primeros 50 metros había pisado la línea que separaba su carril del de al lado.

Hasta bien finalizada la carrera no se enteró ni el propio Martina, que sonreía después de acabar y se abrazaba con su equipo, al mismo tiempo que era felicitado por el propio Bruno. El podio lo completaron Guliyev (Turquía) y Talbot (Reino Unido).

Quedando segundo, Bruno fue corriendo directo a dónde se encontraba su familia. Acto seguido se hizo con una bandera de España para, como es tradición, celebrar con los colores de su país la lograda y trabajada medalla.

Nació en Australia y estudia en Estados Unidos, pero se crió en Canadá. Todo un trotamundos. Bruno tiene algo que el resto no. Se lo cree. Él sabe que no hay que ponerse listón, porque entonces, significará que su progreso tiene un límite, y no es así.

Antes de llegar a Ámsterdam, Hortelano lo tenía claro. “Después de esto, ya pienso en bajar de los 10s” aseguraba tras proclamarse como el hombre más rápido de España. Aunque entonces hablaba de los 100 metros lisos, su punto fuerte y donde se siente mas atleta todavía, como el de Usain Bolt o Mennea, es en las carreras de 200.

Tras batir el récord de España en los 100 metros (10.06 segundos), ser cuarto en la final continental, batir su propia plusmarca nacional en las semifinales de los 200 metros (20.39), consiguió un oro histórico en una carrera un tanto accidentada.

Todo eso lo que tiene de ingeniero, cálculos precisos y atención máxima en lo que hace, lo trasladó a la final de ayer. Parecía que al comienzo se quedaba atrás, sin embargo, estrategia y plan en mente, utilizó los últimos 60 metros para realizar una remontada de libro.

Libro el que habrá que escribir sobre él como termine de coronarse en Río de Janeiro. En el Europeo de Ámsterdam confirmó que está preparado, mejor de lo que incluso él esperaba.

Luchó por clasificarse a los Juegos Olímpicos que se celebraron en Londres cuando pocas personas le conocían. Ahora le llaman “el Bolt español”. Esta vez sí estará en Río, y muy pendientes estaremos de él. Al fin y al cabo, se lo ha ganado.

Bruno terminó la carrera universitaria el año pasado. Ha crecido en EE.UU. y tiene claro que “quien sobrevive al atletismo universitario de Estados Unidos sale más fuerte que nadie”. Sin embargo, como en todo que hace, quiere seguir creciendo y se está planteando realizar un post grado de Medicina, chapeau.

Su triunfo le ha realzado en el mundo del atletismo, el mundo del deporte, el mundo de la información y sobre todo, en la vida. Llevaba esperando mucho tiempo este momento y aquí está. Toca disfrutar y no bajar el listón.

Hace dos días escribía en sus redes sociales “Step 1: Believe”. Pues bien Bruno, el país entero se ha rendido a tus pies, agradeciéndote tu profesionalidad, tu aparente veteranía, tu humildad y tu atletismo.

Créetelo Bruno, rey de Ámsterdam.