"Mi único dopaje es Dios", dijo Almaz Ayana, la etíope de 24 años que llegó a Río aspirando a ganar los 10.000 y los 5.000 metros, y comenzó volando en la primera prueba, alumbrando el atletismo olímpico con un récord del mundo en tiempos de descrédito. Ayana borró uno de los récords que el atletismo considera en la frontera con la ciencia ficción. Con 29.17.45 pulverizó por 14 segundos una marca de hace 23 años, los 29.31.78 de la china Wang Junxia en 1993, una de esas atletas de Ma Junren que aparecieron aquel año para arrasar con las marcas de todo el espectro del medio fondo. Junren explicaba que el secreto estaba en la sangre de tortuga que bebían sus atletas, pero la realidad era bien distinta: sustancias prohibidas, aislamiento y maltrato.

Ayana borró una época después de abandonar los 3.000m obstáculos, donde hace cuatro años era una notable, siguiendo el consejo de su marido y entrenador Soresa Fida, el hombre en el que tiene una confianza ciega. Se pasó a los 5.000m, donde se dio cuenta de que podría hacer grandes cosas después de llegar segunda en el meeting de París en 2012 tras el mito Tirunesh Dibaba, triple campeona olímpica del fondo.

La etíope Tirunesh, hoy, llegó por detrás, tercera con la mejor marca de su vida (29.42.56), ahora, a los 30 años, en una prueba en la que ha ganado dos oros olímpicos y tres mundiales. La keniata Vivian Cheruiyot se colgó la plata (29.32.53) mientras se descolgaba su compatriota Alice Aprot Nawowuna, que rompió la prueba en cabeza (14.46.81) y ejerció de liebre involuntaria para Ayana en uno de los primeros 10 kilómetros de la campeona.

Nawowuna dejó un reguero de víctimas desde el inicio. La final pareció un meeting. Pasada la mitad de la prueba, Ayana decidió irse a por todas, consciente de su favoritismo. Se movió, se quitó de encima a las primeras atletas dobladas y dejó atrás a todas sus rivales. Con una zancada constante, un alto braceo, no sufrió hasta la meta. A un ritmo de 70 segundos la vuelta borró la negra historia de las chinas voladoras y empezó a escribir la suya.

Españoles KO

Nació también en Etiopía pero vive en Vizcaya la española Trihas Gebre, que terminó 29ª con 32.09.67, su mejor marca del año. Fue lo mejor de un debut desastroso para el atletismo español, que recordó el primer día atlético de Londres. Álvaro de Arriba y Daniel Andújar rozaron la clasificación para las semifinales de los 800m pero se quedaron fuera, mientras Kevin López, empeñado en competir lesionado, terminó descolgado. Peor aún los discóbolos, con calidad de final olímpica, como ya han demostrado. Ni Lois Maikel Martínez ni Frank Casañas consiguieron alcanzar los 60m, a una galaxia de los mejores.