Los atletas españoles siguen sin dejar ninguna huella en su paso por el estadio olímpico de Río. Tras tres sesiones de atletismo, ninguno ha conseguido pasar una sola ronda y, lo peor, acercarse o superar su máxima prestación en esta temporada. En la mañana del sábado se despidieron de los Juegos de Río la veterana Diana Martín en los 3.000m obstáculos, la triplista Patricia Sarrapio y la cuatrocentista Aauri Lorena Bokesa.

En el caso de Martín su adiós despide también al atletismo. La madrileña, bronce europeo en 2014, ha luchado durante toda la temporada contra una lesión en el pie que le ha llevado por la calle de la amargura. Lo explicaba en Ámsterdam, en la zona mixta del Europeo, antes de una final en la que intentó estar entre las mejores y se dejó el alma para terminar octava. Con el físico justo llegó a Brasil. Se hundió en su serie, la más rápida de siempre en una gran competición, ganada en 9 minutos y 12 segundos por la favorita Ruth Jebet, una keniata que compite por Bahrein.

En ella se hundió la discípula de Antonio Serrano, descolgada del grupo que luchó el pase por tiempos. Consiguió completar la prueba en 9.44.07 y entró 12ª en su última obra en el tartán a los 35 años.

Más previsible era lo de Sarrapio. Como ocurrió con el saltador Jean Marie Okutu el día anterior, consiguió la mínima el último día de plazo ayudada por la altitud de Sierra Nevada. De los 14,16m de allí pasó a los 13,35 metros en Río. Luego arriesgó y firmó dos nulos. Sus actuaciones lejos de su mejor nivel en las grandes competiciones ya son un clásico de la delegación española.

A Bokesa la derrotó la última recta, un problema persistente esta temporada. Salió rápido en su serie de 400m, se plantó en la última curva entre las cuatro primeras, luchando por la clasificación, y el ácido láctico le golpeó con tanta fuerza que entró séptima, a un segundo de sus posibilidades (53,51s).