Sabiendo que Lituania ya esperaba en la gran final se medían dos potencias del baloncesto europeo. La Ñ todopoderosa en el último lustro frente a una Francia muy física y completa que tenía muchas ganas, tras dejarla con la miel en los labios hace dos años. Con esas premisas comenzó un encuentro muy igualado, en el que a las buenas canastas iniciales de los españoles respondía Parker con tiros de cinco metros. Marcador escueto y fuertes defensas desde el comienzo. Ambos conjuntos estaban muy centrados en el juego aunque poco acertados en los tiros.

Cada transición costaba un mundo, y aunque los dos equipos ponían tesón en elaborar bien las jugadas, las muñecas estaban un tanto atenazadas por la tensión del partido. Con una entrada a canasta de Parker los galos se ponían por vez primera por encima en el marcador. El Chacho Rodríguez entraba en pista intentando cambiar el ritmo del partido. Con un magnífico alley hoop marca de la casa entre el playmaker canario y Rudy culminó el peleado primer cuarto (18-14).

España enseña los dientes

En la Ñ se estaba repartiendo la anotación, mientras que Francia respiraba gracias a los puntos de Parker. Cuando el base se marchó al banquillo para tomar algo de resuello, España olió la sangre y conectó dos misiles consecutivos desde el perímetro. Primer tiempo muerto de un Vincent Collet que quería atar el partido a toda costa. San Emeterio se sumaba a la fiesta del triple y España superaba la barrera psicológica de los diez puntos. El Chacho seguía milimétrico en las asistencias (ya sumaba 5) y el duelo se ponía de cara.

La defensa de los patrios se había vuelto asfixiante y por momentos los galos parecían noqueados. Sólo Parker hacía daño con sus entradas a canasta, mientras que los españoles jugaban en conjunto, agotando las posesiones y culminando con lógica. Diaw le metió un hachazo deleznable a Llull y se llevó una merecida antideportiva que fomentó la ventaja. Grandes minutos de Pablo Aguilar, mostrando un saber estar encomiable. Con todo ello se llegó al descanso 34-20. Una jugosa ventaja (+14) que presagiaba un buen final si se mantenía la concentración.

Parker contra el mundo

La reanudación amanecía con un fuerte golpe de Ajinca a Marc en la clavícula que despertó las alarmas en el banquillo de la Ñ. La incertidumbre se quedó en nada y Big Marc volvió a pista. El center de los Grizzlies es pieza angular en esta selección. Los galos endurecieron extraordinariamente el duelo. Conscientes de que en la calidad y táctica los españoles les estaban barriendo, los pupilos de Collet entraron en el cuerpo a cuerpo. Con ello consiguieron frenar el partido y desconcentrar a los de Orenga. Parcial de 1-9 de Francia.

Tony Parker mostraba sus galones en la selección y seguía anotando con fluidez, pero la Ñ salía de la presión trazando sus clásicas jugadas con Rudy colgándose del aro en otra conexión infalible con Sergio Rodríguez. En la zona Marc comenzaba a someter al gigante Ajinca que llegaba a la tercera personal. Pese a ello los galos iban limando las diferencias en el marcador, guiados por Ola lá Parker y el gran trabajo físico de hombres como Gelabale o Pietrus. 49-43 gracias al triple de Llull y tenso final.

Épico pero triste final

Sufrido último cuarto donde Francia estaba metiendo todos los tiros que había fallado en la primera mitad. Por la Ñ respondían Chacho y Rudy, que además de conectar a la perfección entre ambos estaba enchufando desde el perímetro con clarividencia. Cuando España parecía que iba a romper en el marcador, los galos respondían con canastas anómalas como el triple de Pietrus. La caída involuntaria de Marc sobre la pierna de Gelabale le hizo polvo el tobillo, y el francés tuvo que abandonar el partido. Mientras Parker empataba el encuentro a falta de tres minutos para el final.

Final apasionante y loco en el que pérdidas de balón y tiros imposibles hacían bailar un chotis mortal a los dos conjuntos hasta el último segundo y final del partido con 65-65. La emoción y agonía se prolongaba un tanto más y se llegaba a una apasionante prórroga.

En el tiempo extra la Ñ volvió a no saber gestionar bien su ventaja. A base de malas selecciones de tiro y nefasta capacidad para reaccionar a la embestida rival, los de Orenga se secaron en ataque y cometieron demasiadas faltas estando ya en el bonus de personales. Tras un carrusel de tiros libres, Francia venció a España 72-75. El mejor del partido fue Tony Parker (32 puntos, 6 rebotes) que se desvivió para llegar a la final. Porparte de España, hay que destacar a Rudy Fernandez (17 puntos), Sergio Rodríguez (11 pts, 6 rbts, 9 asists) y Marc Gasol (19 pts, 9 rbts).