El día ha llegado, y tras una interesante temporada para ambos equipos, la ocasión para demostrar la valía delante de Europa y de reafirmarse como, al menos, uno de los 2 mejores conjuntos del continente, se prepara en Milán. Dos viejos conocidos se han puesto frente a frente en 2 ocasiones en su camino hacia la Final Four, y vuelven a aparecer para romper la hegemonía española que domina la otra semifinal.

Las ganas de estas dos plantillas por alzarse con el máximo reconocimiento en Europa son máximas, y es que el precedente en las finales de las pasadas campañas les dejaban con la miel en los labios: CSKA Moscú, tercero en 2013 y segundo en 2012, y Maccabi Electra también sucumbía en la final de 2011, algo que se antoja como un sueño frustrado demasiadas veces en poco tiempo.

Gen ganador en ambos conjuntos

La primera semifinal de esta edición, pues, repite las finales que se dieron en 2006 y en 2008, de las cuáles salía ganador el CSKA, tras más de 30 años de sequía continental. Tras 6 años de idas y venidas, las plantillas de esta campaña parecen estar confeccionadas para alzarse con la Euroleague. Por un lado, está el equipo entrenado por Ettore Messina: nombres como Nenad Krstic, Milos Teodosic o Sasha Kaun ya son los habituales en acontecimientos de tal calibre como lo será la Final Four de Milán, pero los secundarios que les acompañan, como Jeremy Pargo o Sonny Weems acaban por cerrar el círculo de gran equipo.

Delante estará el Maccabi de David Blatt, que ha conseguido formar un grupo en el que no destacan los nombres, y aunque ha tenido momentos de dudas e irregularidades, su presencia en Milán se debe al buen hacer como grupo, que ha sabido reponerse a los malos momentos.

Las plantillas, a análisis

El balance de victorias y derrotas de los rusos desde el Top 16 es envidiable: tan sólo cedían en 4 ocasiones, 2 en el Top 16 y otras 2 en los cuartos de final, ante Panathinaikos. Pero lo que es más importante de cara a esta semifinal: en las 2 ocasiones en las que se vio las caras con Maccabi el triunfo cayó de su lado, el primero de ellos de más de 30 puntos, y dando una lección de anotación en Moscú. A la vuelta, y con números más discretos, Messina le volvía a ganar la partida a Blatt, a quién parece haber encontrado sus puntos débiles desde el primer minuto de juego.

Puestos a mirar jugadores, Nenad Krstic y Milos Teodosic lideraron al equipo en el Top 16. El primero, con 10 puntos y 3 rebotes de media, y Teodosic promediando 10 puntos y 4 asistencias por encuentro. En los cuartos de final, por otro lado, fueron Vitaly Fridzon y Vladimir Micov los encargados de mantener al equipo a flote.

Ettore Messina ya ha disputado 9 Final Four, de las cuáles ha ganado 4, mientras que David Blatt no se ha estrenado en la competición continental

En cuanto a las estadísticas globales, los 75 puntos que CSKA suele anotar dan muestra de no caracterizarse por anotaciones muy altas. En cuanto a tiros de 2, el acierto que consiguen los de Messina ronda el 55%, supera los 30 rebotes por partido y pierde una media de 6 balones.

Al otro lado, el balance de Maccabi cuenta con más derrotas, 7, aunque sólo 1 en los cuartos de final, ante Emporio Armani. El hecho de haber cedido en tan solo una ocasión da fe del paso adelante que los israelíes han dado en su juego, más eficiente. En lo que se refiere a jugadores, Ricky Hickman está siendo la pieza clave de este equipo: el norteamericano, que subía hasta los 16 puntos de media en los cuartos de final, reparte unas 4 asistencias por partido, y las 7 faltas que suele recibir es la muestra de que los rivales optan por parar con falta el peligro que genera.

Duelos de altos vuelos

Repartidas en la cancha habrá parejas que darán, en su terreno, espectáculo y entrega a partes iguales. El primero, en la pintura, pondrá cara a cara a Sasha Kaun y a Sofoklis Schortsanitis: dos torres en la zona, que tiran de veteranía y carácter para rematar sus actuaciones. Fuera, los directores de juego pondrán en  jaque los sistemas de sus rivales: Milos Teodosic frente a Ricky Hickman, una batalla que pondrá a examen la inspiración del griego y la capacidad anotadora del americano. Por último, una pareja que puede dar que hablar es la de los secundarios Tyrese Rice y Jeremy Pargo, dos playmakers secundarios y recambios perfectos para sus compañeros.

El último duelo será el de los banquillos, el protagonizado por Ettore Messina y David Blatt. El italiano, ganador en 4 ocasiones de la Euroliga, se juega el pase a su décima Final Four con Blatt, que aún no ha ganado en ninguna ocasión este título.

La primera semifinal de esta edición de la Final Four revivirá un duelo europeo de los clásicos, con 2 equipos que, a priori, podían ser contendientes al título. Ahora, tras muchos minutos disputados, llega el día en el que deberán calmar los nervios y confiar en su juego. A pesar del balance favorable a CSKA Moscú, se trata de 2 equipos con estilo similares, con lo que puede ocurrir cualquier cosa. ¡Que empiece el espectáculo!