Todo jugador necesita un momento en su carrera donde dar el paso adelante para dejar de ser uno más e introducirse entre los mejores. Un momento para guiar a los suyos y asumir el peso del equipo. Si a todo ello, le incluimos que el equipo al que se debe guiar es a la selección estadounidense en un mundial de baloncesto, la categoría de jugador de la que hablamos aumenta de forma considerada. El jugador al que nos referimos es el actual MVP de la NBA y el cuatro veces máximo anotador, Kevin Durant. La estrella de los OKC Thunder se sirvió del pasado mundial de Turquía para demostrar al mundo entero su calidad y su desparpajo.

El mundial, alivio de las críticas

La temporada 2009-10 quedará para siempre en la memoria de esta habilidosa estrella nacida en Washington D.C. por ser la campaña de su explosión como el gran jugador que es en la actualidad. Superando por primera vez la barrera de los 30 puntos en su tercera temporada en la mejor liga del mundo, Kevin Durant llegó al mundial de Turquía con una cantidad de premios individuales considerables para su juventud: máximo anotador de la temporada, All-Star y elegido en el primer quinteto junto a jugadores de la talla de Lebron James o Kobe Bryant. Pero a pesar de su gran campaña, la llegada de los Playoffs dejaron muy deteriorada la imagen KD. Eliminado en primera ronda ante Los Ángeles Lakers, la prensa americana centro las críticas ante el actual MVP. Su capacidad de liderazgo quedaba en “entredicho” pues a la hora de la verdad no supo estar a la altura y su compañero Rusell Westbrook tiraba del carro sin apenas contar con él. Quizás, el joven jugador sufrió en este caso lo que durante muchos años se convirtió en la sombra más oscura de las leyendas de la NBA, el no tratársele como una estrella hasta la obtención del anillo. Pero en su caso, el anillo estaba a años luz, la combinación de la consecución del mundial tras muchos años y el odio de la liga hacia Lebron James le permitió librarse de este fantasma antes de tiempo.

La llegada del mundial supuso un alivio para el alero. Rodeado de un grupo donde la combinación entre jóvenes estrellas y veteranos más que consagrados era la pieza clave, USA viajaba a Turquía con la intención de conseguir la medalla de oro que se resistía desde el campeonato celebrado en Canadá durante el verano de 1994. Esta vez, no había excusas, eran los favoritos con el mejor equipo. Antes, la selección norteamericana había disputado un igualado partido contra España en la caja mágica donde la victoria (85-86) llenaba de dudas al USA Team. Solo la magnífica actuación de KD con 25 puntos evitó la derrota. A pesar de que fuese España, el principal enemigo y actual campeón, el conjunto de Kryzewski necesitaba una victoria de prestigio para dejar claras sus intenciones y con este resultado, las ilusiones españolas crecían.

Encuadrada en el grupo B, la selección norteamericana compartía junto con Eslovenia, Brasil, Croacia, Irán y Túnez uno de los más sencillos del campeonato. Con una media de más de 20 puntos de ventaja en todos los partidos, el USA Team se paseaba con comodidad ante sus rivales. El único conjunto de este grupo, que pudo plantarle cara a EEUU fue la “canarinha”, Brasil, en ese partido (70-68) los 27 puntos de KD evitaron una sorprendente derrota. Pero si por algo se caracterizó este conjunto durante la primera ronda fue por el reparto de minutos entre los jugadores ante la facilidad de sus duelos. En este inicio de torneo este reparto de minutos impidió a las grandes estrellas aumentar la media de anotación individual, siendo el escolta Eric Gordon la estrella del conjunto americano. Pero a la hora de la verdad, como contra Brasil, Durant y Rose llevaban las riendas del equipo. Finalizada la primera ronda Kevin Durant se establecía con unas estadísticas de 20pts y 6,3 rbts como uno de los principales candidatos al MVP del torneo.

Las eliminatorias, su grandes actuaciones

Llegado el plato fuerte del mundial, el cuadrante hasta la final quedaba establecido para los 16 equipos que lucharían por llevarse el ansiado trofeo. Mientras países como España, Lituania y Serbia se enfrentaban a rivales de nivel en sus primeros duelos directos; el USA Team se batía con un rival que apenas plantó cara, la débil Angola. El resultado final, 55 puntos de diferencia para EEUU (121-55) que seguía con paso firme en su camino hacia el oro sin apenas sudar.

Pero la historia de los torneos importantes está marcada por las grandes actuaciones en los momentos claves, en las eliminatorias más importantes, y lo demás queda como complementario para los más apasionados. KD traía la lección aprendida de la temporada, de poco sirve ser el mejor en lo fácil y esconderse en los momentos calientes. Arto de las derrotas ante los grandes equipos y de las acusaciones de falta de liderazgo, el joven alero se preparaba para lo mejor del torneo.

Los cuartos de final se caracterizaron por la gran sorpresa de la eliminación de España a mano de los serbios y las cómodas victorias lituanas y turcas que les establecían como serios candidatos a arrebatar a USA el oro. La gran selección americana, acostumbrada a enfrentarse a equipos de menor nivel, se encontró en estos cuartos de final a una rocosa Rusia dirigida por David Blatt que apretó a los de Kryzweski por momentos. En este partido, pudimos ver la explosión del verdadero Durant en el campeonato, que cogía las riendas un equipo lleno de estrellas por primera vez. Los 33 puntos de la estrella acompañados de un clínic de lanzamientos a canasta espectacular desde todas las posiciones levantaron a los espectadores del Sinan Erdem Spor Salonu de Estambul, que acontecían ante lo que fue una de las mejores anotaciones de la historia de esta competición con más de 60% desde la línea de tres. Todo un espectáculo. Desde ese mismo momento, todo el país tenía claro quién era el líder de su selección y del grave error que tuvieron los medios ante las críticas realizadas al nuevo ídolo americano. Pero nada estaba hecho, Estados Unidos necesitaba el oro como el comer.

La máquina estaba en su punto máximo, y nadie podía detenerlo. La poderosa selección lituana que llegaba a este mundial tras recibir una carta de invitación, había mantenido un camino impecable hasta la penúltima ronda del torneo. Junto con USA, se convertía en el único equipo invicto de la competición liderados por un enorme Kleiza que finalmente entraría en el quinteto ideal. Pero a diferencia de otros partidos, el seleccionador norteamericano no se anduvo con chiquilladas; esta vez los minutos se repartirían de una forma menos equilibrada: Los mejores a la cancha y los demás a calentar la banca. Y este golpe de efecto funcionó totalmente, Durant se mantuvo en el parquet durante la mayor parte del partido, lo que le permitió anotar la friolera marca de 38 puntos, la mayor anotación de la historia de los mundiales. La selección norteamericana estableció los mejores cinco minutos jamás visto en un partido internacional, 21 puntos, de los cuales 17 tenían el sello del alero de los Thunder. Desde entonces, los americanos se limitarón a darle la bola a Durant que caliente como una moto enchufaba todo lo que lanzaba a canasta. Con un último cuarto de puro trámite, la selección americana conseguía la victoria por un marcador de 89-74. Ese mismo día, se cumplían 9 años del atentado de las torres gemelas, Kevin lucía en sus zapatillas la siguiente frase: “Todos vosotros cuidáis y guiáis a nuestra selección desde arriba”. Tras el duelo, un emotivo KD declaraba que esos 38 puntos estaban dedicados para todos ellos, y que le hubiese gustado dedicar un punto a cada fallecido (3.000). Estas declaraciones dejan claro hasta donde llega la ambición de este gran jugador y magnifica persona según comentan todos sus compañeros. Estas declaraciones le permitieron aumentar, si era posible, el aprecio y admiración de todos sus compatriotas.

Con esta sed de venganza, se llegaba a la gran final. El único escollo que impedía a USA volver al trono del baloncesto mundial era la anfitriona, Turquía, que tras una intensa semifinal ante Serbia llegaban a su primera gran cita mundialista. Un país entero contra 12 jugadores, pero solo uno pudo con los 72 millones de ciudadanos turcos; Kevin Durant. Como si fuera contra los mismos terroristas del 11-S, el gran alero se encargo de acabar con todas las esperanzas de un país que veía como sus NBA Turkoglu y Asik solo aguantaron los primeros 20 minutos del partido. Durante esta primera parte, Durant anotó la mitad de los puntos de su equipo (21). Con un 5/8 en triples, la gran esperanza americana finalizaba con 28 puntos en su casillero. USA volvía a conseguir el oro 16 años después y gran culpa de ello era del MVP. Con una media de 33 puntos en los tres últimos y decisivos partidos, el joven alero de Washington se convertía en el MVP más joven de la historia de los mundiales. 22,8 puntos, 6,2 rebotes y más del 50% de tiros de campo le convertían en el ídolo local, formando parte del quinteto ideal junto a Teodosic, Kleiza,Turkoglu y Scola.

De esta manera, Kevin Durant devolvía al trono mundial a su país. Durante la siguiente temporada, los respectivos jugadores que participaron en el mundial recibieron homenajes en todos los campos de la NBA. Además, en su duelo personal con Lebron James, KD se coronaba como campeón mundial, algo que LJ no s consiguió con su generación. Así, KD vuelve este año a España con el objetivo de seguir siendo el líder la actual y posible futura campeona del mundo.

Mejores momentos de Kevin Durant en Turquía 2010