Tras dos encuentros jugados en el Pavelló Olímpic, Ricky Rubio hacía un muy buen balance de estos días en su tierra. El director de juego de la selección, visiblemente contento y cómodo, no podía ocultar su alegría por volver a casa, reencontrarse con conocidos de la ciudad y del club, y así lo hacía saber. “Volver a Badalona siempre es especial y más si te aplauden. He visto a la familia, estoy en casa y me siento muy cómodo. Me gusta mucho concentrarme aquí”, explicaba.

Sobre el partido ante Ucrania, Rubio señalaba que la selección española debe buscar el balance entre el juego interior y el exterior. “Tenemos que tener equilibrio, pero sabiendo donde tenemos la fuerza”, dijo, señalando a los jugadores interiores como piezas clave para el grupo.

En cuanto a las posiciones en la selección, el base español se mostraba dispuesto a trabajar para adaptarse a lo que el equipo técnico le exija. “Cuando pasas todo un año desempeñando un rol y llegas a la selección y tienes otro diferente, no es fácil, pero es algo a lo que hay que adaptarse, los partidos de preparación sirven para eso”, explicaba. Aun así, Rubio se mostró muy contento y cómodo de formar parte de este combinado, para él, es “muy fácil” jugar en este grupo.

En lo que se refiere a detalles del juego de la selección, Rubio señalaba que seguirán fieles a su baloncesto, adaptándose al rival y al juego que planteen. “Tenemos que presionar arriba y marcar la tónica en defensa”, dijo Rubio, consciente de que el grupo puede arriesgar en las primeras defensas de líneas de pase, gracias al potencial con el que cuentan atrás, con los jugadores más grandes. Además, asumía su papel en el grupo, consciente de que su conexión con la pintura es clave para el buen hacer de la selección.