Las generaciones acaban, incluso las que dejarán su sello eternamente. Hasta en el país de los mitos y de los dioses, los jugadores de baloncesto no son eternos. Esta Grecia, la nueva Grecia, se presenta sin gran parte de estos semi-dioses que han dado la grandeza en cuanto a baloncesto a un país sacudido por la crisis, que intenta olvidarse de ello con este deporte. Solo hace falta acudir a un partido en el Pireo o en el OAKA, para saber y entender a que nivel está el sentimiento por este deporte en este país.

Pero lo dicho, Grecia llega sin sus mejores jugadores, bien por unas razones o por otras. Katsikaris, el nuevo entrenador, no podrá contar con Spanoulis y Diamantidis, dos de los mejores jugadores de la última década y principales participes del éxito de esta selección. Además, tampoco podrá contar con segundas espadas como Sofo, Perperoglu o Fotsis, guerreros imprescindibles en los resultados obtenidos por la selección. Habrá que tirar de los nuevos.

Hasta finales de los 80, Grecia solo acumulaba un bronce, que fue en el primer Eurobasket que participó, en Egipto 1949, país africano que en aquel entonces participaba en el torneo. Durante casi 40 años los helenos no lograron ni un buen resultado. La participación en Helsinki 52 fue uno de sus mayores éxitos para un país que por aquel entonces todavía no despegaba en el panorama del baloncesto. Pero a finales de los 80, para ser más exactos, en el año 1987, los griegos sorprendieron y ganaron el europeo siendo los anfitriones del torneo. Un logro que vino sucedido por una plata dos años después en Yugoslavia. Los helenos ya se habían introducido en la élite. Los 90 fueron años para establecerse, siempre con los de arriba, llegando a diversas semifinales en las que los helenos no tuvieron éxito. Pero no fue hasta la llegada del nuevo milenio, cuando la selección dio un paso adelante. La llegada de la nueva generación, comandadada por los Papaloukas, Spanoulis y Diamantidis, avisaron en el europeo de Suecia y en las Olimpiadas de Atenas, pero no fue hasta en 2005 cuando su potencial dio sus frutos; ganaron el europeo de Serbia derrotando en la final a la Alemania de Nowitzki. El año siguiente, el mundial 2006 de Japón fue fantástico para ellos excepto en el final. Derrotaron con una épica actuación de Sofo Schorchianitis a Estados Unidos en la semifinal, pero se cruzaron con una brutal España en el partido final, donde los griegos salieron abatidos desde el primer minuto, pese a que los españoles no contaban con Pau Gasol. Tan duro fue el mazazo, que pese a seguir teniendo unos jugadores de una enorme clase, los griegos no han vuelto a una final, teniendo como mejor resultado el bronce de 2009, en el Europeo de Polonia que también ganó España.

La lista
Nombre Posición Edad
4 Andreas Glynkadis Pívot 33
5 Iouannis Boroussis Pívot 30
6 Nikos Zisis Base 30
7 Kostas Vasileiadis Escolta 30
8 Nick Calathes Base-Escolta 25
10 Kostas Papanikolau Alero 24
11 Kostas Sloukas Escolta 24
12 Kostas Kaimakoglou Pívot 31
13 Vladimir Jankovic Alero 24
15 Georgios Printezis Ala-Pívot 29
17 Evangelos Mantziaris Base 24
19 Giannis Antetokounmpo Alero 19

La estrella

De nuevo la cantidad de bajas y el relevo generacional marcan la elección de un jugador clave en el equipo, una estrella. Es dificil decidirse en un equipo tan joven de unos potenciales tan similares. Kostas Papanikolau, por calidad y físico, parece destinado a ser el líder del equipo. Su reciente fichaje por Houston Rockets viene también en función de ellos, pues de su temporada no podemos hablar tan bien. Campeón de la Liga Endesa, pero con un papel secundario con el Barcelona, sin grandes números ni sensaciones. Llegó como el gran fichaje, los catalanes desembolsaron una gran cantidad de dinero por él, y ha faltado respuesta. De todas formas, este año queda considerado como un mal momento, pues en su palmarés ya encontramos dos Euroligas con Olympiacos, siendo un jugador decisivo en la primera de ellas. Katsikaris tratará de encontrar ese Kostas del 2012 que maravilló a Europa, dejando atrás los fantasmas que le han acompañado este año. El heleno de la excelente y triunfadora generación del 90 ha promediado en torno a los 6.9 pts y 3.4 reb en 25 min por partido (Euroliga).

Plantilla

La dirección, la batuta, el capitán del equipo solía llevar el nombre de los más que mencionados Spanoulis o Diamantidis. Con ellos dos fuera del Mundial, parece ser que Nikos Zisis y Nick Calathes llevarán la batuta del equipo. Es clásico de esta nueva Grecia el control táctico del partido, y esto reside en la presencia de dos bases. El primero, que nunca ha llegado a explotar como super estrella, pero que siempre ha estado en equipos de élite, es un director de juego nato. No es un gran anotador, juega más para el equipo y utiliza su veteranía para sacar ventajas de cualquier situación. Su acompañante, el medio griego medio americano Calathes, viene de jugar su primer año en la NBA. Incluso con una sanción de por medio, que le impidió jugar varios partidos, su mejor momento llegó con el final de la temporada, donde disfruto de más minutos, tratando de dar descanso al mermado Mike Conley, base de los Grizzlies. Con este plus de confianza, afronta como uno de los hombres importantes de la selección, un mundial importante para él. Su polivalencia como base-escolta, su capacidad para penetrar a canasta y su gran validez como jugador defensivo, forman un jugador completísimo, que solo se ve perjudicado por el tiro exterior, asignatura que deberá corregir, como el conjunto en general.

La temporada de Evangelos Mantziaris le ha permitido entrar como tercer base en el conjunto heleno. Es otro jugador muy capaz en defensa, pero al que le cuesta mucho aparecer como referencia ofensiva, un problema que sin Spanoulis como gran jugador en ataque, van a echar de menos Katsikaris.

En el apartado de los escoltas, tanto Kostas Sloukas como Kostas Vasileiadis pueden tener minutos importancia. Sloukas, del Olympiacos, de la generación del 90, ya tiene dos Euroligas, además teniendo minutos importantes. Es un escolta correcto tanto en defensa como en ataque, destacando su lanzamiento exterior liberado. Aprovecha las ventajas, y pese a ser un jugador joven, se comporta como un veterano. Vasileiadis es un viejo conocido para los seguidores del baloncesto en España. Dejó su sello en el Bilbao Basket donde se destacó como un anotador puro, capaz de penetrar bien, pero sobre todo con un gran lanzamiento exterior. Su rendimiento en Turquía ha bajado ligeramente, pero en una Grecia sin grandes referentes ofensivos, puede ser un jugador clave en ese aspecto, además, Katsikaris le conoce bien, y ha sido su entrenador cuando el ha rendido mejor en su carrera.

El gran revulsivo, la incorporación clave, la ilusión de los griegos, es sin duda Giannis Antetokounmpo. Uno de los grandes fenómenos del año en la NBA, donde en su primer año en los Bucks no ha pasado nada desapercibido. Alero, 2'06, saldrá seguramente desde el banquillo para aportar potencia y energía, con su brutal capacidad atlética, que nos ha permitido disfrutar de mates brutales durante la temporada. Es la gran esperanza del baloncesto griego, a sus 20 años demuestra ser ya un jugador bastante elegante, maduro para su edad, al que todos le ven algo diferente al resto. Veremos su encaje en la nueva Grecia.​

Vladimir Jankovic acompañará a Giannis y a Papanikolau como aleros. Es un jugador bastante irregular, pero que en sus buenos minutos, goza de un buen tiro exterior, y de una intensidad que le agradecerá Katsikaris. Poderoso también en los rebotes y en defensa, parece un jugador bastante completo, pero que contará con pocos minutos.La bajas de Mavrokefalidis, Sofo y Koufos dejan el juego interior griego tocado, pero no hundido. El veterano jugador del Real Madrid, Iouannis Boroussis partirá en el cinco inicial como referencia principal. De buenos movimientos y con mucha presencia debido a su gran corpulencia, el 5 heleno, ha estado en todas las batallas con esta selección, y pese a su aspecto de jugador solamente intimidador y de interior, también se atreve con porcentajes decentes a tirar desde fuera. Su acompañante como pareja interior será Geoirgios Printezis, que tendrá un rol más alto que en otras participaciones. Su crecimiento desde su vuelta a Grecia (Olympiacos) donde consiguió una Euroliga con su canasta final ante CSKA, le han dado presencia en el combinado griego. Un cuatro multiusos, con una gran capacidad tanto para penetrar, como para lanzar de tres. Es un jugador rocoso, experto y buen defensor. Muy completo, va a ser de gran ayuda para Katsikaris.

Kostas Kaimakoglou será el primer hombre interior de refresco. Su buena temporada en Rusia, en Kazan, le ha hecho subir varios peldaños su prestigio, y con tantas bajas, es una gran oportunidad para él, y no querrá desaprovecharla. Es una jugador muy inteligente, con buena mano y con mucha capacidad para crear juego, algo que agradecen sus compañeros. Andreas Glyniadakis y Ian Vougiokas, vienen aceptando desde el principio un rol menor. Son hombres muy grandes, pero en el caso de Glyniadakis, con poca coordinación y con poca facultad para explotar sus cualidades, llega como parche. Vougiokas ha hecho una temporada buena en Kazan, pese a que sabe que no lo suficiente como para ser titular en Grecia. Buen hombre debajo del poste tanto en ataque como en defensa; más limitado en la movilidad.

Entrenador

De Fotis Katsikaris se espera lo mejor en Grecia. No es un entrenador tan mítico como lo fue Yiannakis, es más joven, tiene menos experiencia, pero los que han seguido al Bilbao Baket (entre otros) en los mejores momentos de su historia como club, ya saben de que es capaz. En su palmarés como entrenador se contemplan cinco equipos, y una selección, la rusa. A sus 47 años, ha entrenado en Grecia, al AEK de Atenas y al Aris de Salónica, en España, al ya mencionado Bilbao y al Pamesa Valencia y en Rusia, al Dinamo de Moscú. Grecia será su segundo equipo nacional, pero esta vez será el de su propio país, algo que le supondrá una motivación extra. Fue entrenador ayudante de Ivkovic, del que ha extraído una capacidad de análisis brutal, algo que permite leerle en diversas webs especializadas como escritor, y su facilidad para extraer el máximo de sus jugadores, algo que será importantísimo debido a las bajas y por tanto la aparición de nuevas caras en la selección. Es, por tanto, uno de los emblemas de la nueva Grecia, se espera bastante de él, puede que sea el cambio de rumbo que necesitaban los helenos. A los 47 años, y como entrenador de prestigio (pretendido incluso por el Real Madrid), está ante una gran oportunidad.