Después de conocer a los siete primeros clasificados para los cuartos de final, sólo quedaba dilucidar la última plaza. Sería para Brasil o Argentina. Un clásico sudamericano que se disputaba a miles de kilómetros de sus países. No por eso estarían solos los dos equipos. Miles de hinchas argentinos llenaban las gradas del Palacio de los Deportes. Brasil llegaba tras concluir en segunda posición en el Grupo A, mientras que Argentina era tercera del Grupo B.
Alto voltaje
El encuentro arrancaba con un menor procentaje de acierto en ataque que el Serbia-Grecia. Se notaba la tensión de un duelo con muchos alicientes. Brasil conseguía la primera ventaja en el marcador aprovechando su poderoso juego interior (4-2), pero Prigioni con un triple daba la primera ventaja para la albiceleste. Argentina buscaba a Scola, pero éste no estaba acertado de cara al aro. Mediado el primer cuarto, el encuentro se encontraba igualado (8-8). La 'canarinha' le daba la vuelta al choque con un parcial de 6-0. La albiceleste reaccionaba mediante la magnífica dirección de Facundo Campazzo (12-15). Un triple de Prigioni ponía seis puntos arriba a Argentina y levantaba a los miles de argentinos. El primer cuarto finalizaba con otro triple de Prigioni, que dejaba el marcador en 13-21 para los argentinos.
Prigioni sujetó a Argentina y anotó 15 puntos en la primera mitad
El segundo periodo empezaba de la mejor manera posible para la selección de Magnano, con un parcial de 5-0. Prigioni, en una segunda juventud, tiraba del carro de Argentina para volver a poner la ventaja en siete puntos (18-25). Luis Scola, totalmente fuera del partido, cometía la segunda falta personal que le mandaba directamente al banquillo. El veterano Gulherme Giovannoni se convertía en el referente brasileño con dos triples, que acercaban en el marcador a Brasil (24-27). Campazzo seguía con su recital haciendo las delicias del público argentino. Brasil, poco a poco, se iba acercando en el marcador, lo que obliga a Julio Lamas a parar el encuentro. Leo Gutierrez anotaba su segundo triple y daba un respiro a su equipo (27-32). El encuentro llegaba al descanso con una mínima ventaja para los brasileños (33-36).
Superioridad física
La segunda mitad arrancaba con errores constantes en ambos equipos. Marquinhos, pisando la línea, metía la primera canasta del cuarto, después de dos minutos y medio de juego. Scola demostraba seguir fuera del partido al errar dos nuevos tiros libres. Splitter ponía por delante a Brasil, después de más de 20 minutos yendo por detrás (37-36). La selección de Magnano cometía la quinta falta personal a falta de seis minutos para el final del tercer cuarto. Marquinhos encestaba un 2+1 y ampliaba el parcial hasta el 7-0. Scola, por fin, conseguía anotar su segunda canasta en juego. Julio Lamas paraba el partido, ya que Brasil se marchaba (44-39). Además, el técnico de la albiceleste estaba obligado a mandar al banquillo a su mejor jugador, Prigioni, que cometía su cuarta falta personal. El equipo de Magnano abría una diferencia de casi diez puntos (51-42), a menos de cuatro minutos para el final del tercer cuarto. Un triple de Herrmann volvía a meter de lleno al equipo y a la afición argentina (51-47). La superioridad en el rebote brasileña le daba segundas y hasta terceras oportunidades. Un triple de Barbosa aumentaba la diferencia a los 10 puntos (57-47). El tercer cuarto finalizaba con clara ventaja para los brasileños (57-49).
Los últimos diez minutos arrancaban con una bandeja de Varejao. Lamas se la jugaba y mantenía en pista a Scola con cuatro faltas y daba entrada a Prigioni, también con cuatro. El técnico de la albiceleste solicitaba tiempo muerto a falta de ocho minutos para la conclusión del choque (62-49). Argentina, a base de triples, trataba de no perderle la cara al partido, pero la solidez mostrada por los brasileños no daba chance a los argentinos (71-55). Lamas lo volvía a parar en busca de soluciones a falta de 4:35 (73-55). Brasil acariciaba la victoria entre la desesperación de los argentinos (75-57). Con el partido casi resuelto, los colegiados indicaban una falta anttideportiva a Nene Hilario sobre Prigioni, que aprovechaba para acortar las diferencias (75-60). Argentina se desangraba en los últimos minutos y veía como la diferencia aumentaba para la decepción de la hinchada de la albiceleste. Al final, 85-65 para Brasil.
Brasil se colaba en los cuartos de final por la puerta grande, después de endosar un correctivo a Argentina. En los cuartos de final se verá las caras con Serbia, que unas horas antes derrotaba a Grecia. Los más destacados del encuentro fueron: Prigioni y Campazzo por Argentina y Marquinhos y Barbosa por Brasil.