Llegaba España como favorita, y lo demostró de principio a fin. Desde el primer cuarto, las chicas de Lucas Mondelo edificaron un triunfo desde la defensa. Alba Torrens y Sancho Lyttle se encargaron de anotar las primeras canastas, ante la debilidad defensiva de China y sus múltiples errores en ataque. El acierto ofensivo de España sirvió para estirar el marcador desde el inicio, situando un 20-9 a favor, con una Lyttle imperial bajo los aros. El 50% en tiros de dos dejaba satisfecho al banquillo español, que tampoco quería confiarse.

Las jugadoras chinas seguían sin anotar con facilidad, y cambiaron el sistema defensivo a una zona que tampoco terminó de funcionar. En ataque, España movía muy bien el balón, pero los primeros cuatro minutos del segundo cuarto, no fueron muy prolíficos en ataque. Anna Cruz rompió esa pequeña dinámica errática con un 2+1 perfecto, evidenciando que la defensa asiática no tenía su mejor día. Eso, combinado con una y otra canasta de Lyttle, que parece de otro planeta, puso más a favor de las españolas el electrónico. Un 35-17 al descanso, con 8 puntos de China en el segundo cuarto, menos que en el primero. El encuentro estaba prácticamente decidido, salvo sorpresa mayúscula durante la segunda parte.

El tercer cuarto, tras el descanso, sirvió para ver más acciones espectaculares de Sancho Lyttle, que se fue hasta más de los 20 puntos. China, que no se rindió ante la adversidad, continuó viendo como le pasaba una manada de elefantes por encima. Dificultad pasmosa para anotar la de las asiáticas, con contínuos tiros mal seleccionados y pérdidas que daban contraataques sencillos para la selección española. Alba Torrens también apuntaló sus números, dobles cifras en anotación, con buenas entradas desde el perímetro y lanzamientos acertados. La facilidad de España para mover el esférico de un lado a otro, buscar a Lyttle o tirar desde fuera, es pasmosa.

El nivel de confianza es tal, que hasta un triple de Silvia Domínguez, aparentemente fuera de tiempo, y desde más allá de la línea de 6’75, entró sin tocar el aro. Las españolas terminaron gustándose, aunque China anotó algunos puntos más en los minutos finales del tercer cuarto, siempre en jugadas muy elaboradas, sin sencillez alguna, logró encestar 18 puntos, más que en los dos primeros cuartos juntos. El 56-35 que reflejó el electrónico no daba opción alguna a la remontada china, y con el encuentro totalmente decidido, solo restaba por ver a las menos habituales y alguna que otra variante para mantener la concentración de las jugadoras.

Bajo los aros, Laura Nicholls y Lyttle eran las jefas, sumando rebote tras rebote, lanzando los ataques rápidos de España y anotando en jugada elaborada. Precisamente, la ‘4’ española encestó a la media vuelta en la zona, en un movimiento marca de la casa. Los robos de España evidenciaban la gran defensa creada por Lucas Mondela, que no quería que su equipo cediera ni un ápice de fuerza, a pesar de tener el partido resuelto. “Hay que meter miedo”, decía. España ya no solo jugaba los cuartos, sino que empezaba a jugar las semifinales.

En los últimos compases del encuentro, España cambió a una zona 2-3 que Sun rompió con un gancho a la media vuelta, tras un par de minutos sin anotar. Las asiáticas consiguieron maquillar un poco el marcador al final, con un par de canastas seguidas, especialmente cuando entraron las menos titulares a disputar unos minutos importantes para ganar confianza. No terminó España de la mejor forma posible, ya con la victoria en el bolsillo. La diferencia, al final, fue menor, de los 29 puntos de máxima renta, se pasó a los 16 finales; pero el pase a semifinales ya es realidad. Lucila Pascua anotó la última canasta de los cuartos, muy celebrada desde el banquillo. Un choque completo de las españolas, cimentado en una gran defensa durante los dos primeros cuartos, combinado con el acierto ofensivo de Sancho Lyttle, MVP del partido y una Laura Nicholls imperial en los rebotes.