España se iba a medir en la final a su verdugo el año pasado, donde hincó la rodilla en la final ante Francia por 47-42 en la edición celebrada en Udine (Italia). El domingo, 12 de julio, no querían que se repitiera la historia, tras un torneo inmaculado con pleno de victorias.

Buen inicio

Y así en el primer cuarto se rompió el partido a favor de las españolas, que estaban arropadas por el público de Lanzarote. España se colocó con 20-8 a su favor y mantuvo la ventaja de diez puntos durante todo el encuentro. Al descanso, la ventaja era de más 13 a su favor (33-20). Tras el descanso, el combinado francés recortó diferencias en el marcador, hasta colocarse a seis puntos, con un peligroso marcador de 41-35.

Demoledor último cuarto

Aby Gaye, con 14 puntos y seis rebotes, era la amenaza gala. Sin embargo, España no se dejó amedrentar y aumentó la distancia hasta los doce puntos al término del tercer cuarto (49-37). En el cuarto parcial no sólo mantuvieron la distancia en el marcador, sino que aumentaron su renta hasta alcanzar los 19 puntos finales.

Romero y Quevedo

Sin duda, las dos mejores jugadoras de la final en el lado español fueron la canaria Leticia Romero (con 22 puntos, cuatro asistencias y tres rebotes) y Laura Quevedo, con doce puntos y cinco rebotes. La primera fue galardonada con el MVP de la competición  y consigue su tercer oro europeo en categorías de formación.

Se trata de un talento precoz del baloncesto español. Debutó con 15 años en el Gran Canaria y consiguió ser la mejor base de la competición a los 17 años. Por ello, se marchó a la Universidad de Kansas State y poco después se mudó a los Florida State. A sus 19 años, es la base del presente y futuro. Consigue su segunda medalla del verano, tras la conseguida con las mayores en el Europeo de la categoría (bronce).

Laura Quevedo fue otra de las jugadores referencia para Hernández durante el Campeonato. Junto con Romero, formó parte del quinteto ideal de la competición. Otras dos francesas (Aby Gaye y Marine Johannes) junto con la holandesa Emese Hof formaron el equipo ideal. Quevedo promedió nueve puntos y tres rebotes y jugará el Mundial Sub 19 de Rusia este verano.

Ocho de ocho

España, en el camino al quinto europeo de la categoría, consiguió una inmaculada trayectoria. Líder del Grupo C por delante de Italia, consiguió otras dos victorias en el F ante rivales como Holanda o Bélgica. Después, en la ronda de cuartos de final, derrotó a Letonia por 71-52 y en semifinales dio una auténtica exhibición al derrotar por 26 puntos de diferencia a Rusia por 76-50. La medalla de bronce por su parte fue para Holanda, que derrotó a Rusia por 63-51 gracias a una soberbia actuación de la pívot Janis Boonstra, con 22 puntos y 14 rebotes.

Asimismo, se da la curiosidad de que seis jugadoras del plantel dirigido por José Ignacio Hernández están estudiando en universidades americanas. La generación del 95 ha sido campeona de Europa en las categorías de sub 16 en 2011, sub 18 en 2013 y sub 20 en 2015. Por último, fueron subcampeonas del mundo sub 17 ante Estados Unidos.

Dominio en Europa

En el Viejo Continente, han conseguido 27 victorias en otros tantos encuentros. Siete jugadoras han repetido en todos estos éxitos: Yaiza Rodríguez, Leticia Romero, Belén Arrojo, Carolina Esparcia, Marina Lizarazu, Ariadna Pujol y Judith Solé. Cuarta medalla para España en verano, tras las de Bronce Absoluto y los oros en las sub 16 y sub 18. A su vez, es la presea número 44 en las chicas desde 2004.

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Javier García Legorburu
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